Este lunes 9 de junio, el Colegio Nuevos Horizontes de San Pedro de la Paz reabrió sus puertas bajo resguardo policial, tras la balacera ocurrida el pasado 29 de mayo, donde tres estudiantes resultaron heridos en un ataque armado premeditado. A pesar del reinicio de clases, la asistencia fue mínima: solo cuatro alumnos del curso afectado por el tiroteo se presentaron, reflejando el profundo temor que dejó el hecho entre estudiantes y apoderados.

El establecimiento ajustó su jornada escolar, que antes iba de 08:00 a 15:45. Ahora, con el retorno, el horario se limitó entre las 09:00 y las 12:00 horas, al menos hasta las vacaciones de invierno. Esta medida busca dar tranquilidad a las familias, pero no ha sido suficiente para evitar una deserción preocupante. “Mi hija estaba a cuatro meses de titularse, pero preferí retirarla. Después de lo que pasó, la seguridad es primero”, dijo Karen, una apoderada.

La sensación de inseguridad sigue latente, incluso entre quienes no estuvieron directamente involucrados. “Gracias a Dios mi hija no fue ese día al colegio, pero el miedo queda. Nadie puede asegurar que no vuelva a pasar”, expresó la misma madre. Además, aseguró que varios apoderados del curso ya retiraron a sus hijos y otros están buscando alternativas.

Aunque la dirección del colegio ha intentado transmitir tranquilidad, asegurando que el hecho fue aislado y se están tomando medidas, persiste la preocupación. Por ello, personal de la Sexta Comisaría de San Pedro de la Paz permanece en el frontis del colegio con una de sus patrullas, para así brindar más sensación de seguridad, tanto para los alumnos como para los apoderados.

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