Diversos factores han contribuido a que uno de nuestros símbolos nacionales se encuentre en peligro de extinción. Actualmente, se estima que solo quedan alrededor de 1.500 ejemplares entre la cordillera de Chile y Argentina. Nos referimos al huemul, una especie de ciervo que puede avistarse en el sur de Chile, especialmente en zonas cercanas a […]
Diversos factores han contribuido a que uno de nuestros símbolos nacionales se encuentre en peligro de extinción. Actualmente, se estima que solo quedan alrededor de 1.500 ejemplares entre la cordillera de Chile y Argentina.
Nos referimos al huemul, una especie de ciervo que puede avistarse en el sur de Chile, especialmente en zonas cercanas a la cordillera y la Patagonia.
Es un ciervo de tamaño mediano, generalmente de color marrón, aunque se han registrado algunos ejemplares albinos. Su alimentación se basa en hojas, brotes y pastos, lo que lo clasifica como un animal herbívoro.
Suele habitar en áreas montañosas de difícil acceso y presenta un comportamiento esquivo. En Chile, se encuentra principalmente en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
La fragmentación de su territorio ha provocado la pérdida de hábitat, una situación que afecta también a muchas otras especies en el mundo. Además, el huemul enfrenta amenazas como la caza furtiva y la presencia de especies invasoras o depredadoras, como los perros y los pumas.
Según indica el plan nacional de conservación del huemul, "Esta especie se encuentra protegida en Chile por la Ley N° 19.473, prohibiéndose su caza, tenencia, posesión, captura, transporte y comercialización. Asimismo, a nivel internacional, se encuentra clasificada en la categoría En Peligro de Extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas (UICN)",
El Plan Nacional de Conservación del Huemul tiene como objetivo principal revertir la disminución poblacional del huemul en Chile. Para lograrlo, se establecieron cinco líneas de acción.
Primero, impulsar la investigación científica sobre la especie, su distribución, genética, salud y relación con las comunidades locales.
Segundo, desarrollar un programa de conservación fuera de estas áreas, incluyendo centros de reproducción y estrategias de reintroducción.
Tercero, aplicar medidas de conservación en el lugar enfocadas en reducir amenazas como la caza furtiva, presencia de ganado, perros asilvestrados y pérdida de hábitat.
Cuarto, sensibilizar a la ciudadanía y a las autoridades, promoviendo la importancia de proteger al huemul. Y finalmente, fortalecer el marco legal y normativo, integrando el plan en políticas públicas regionales y locales. En conjunto, estas acciones buscan garantizar la recuperación y conservación de este emblemático ciervo andino.
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