
La Norma del Barrio: Una joyita de la gastronomía "mar y tierra" a pasos de la U. de Concepción
Sanguchitos hechos con marraqueta, chupitos de mariscos y comida casera es parte de la oferta de "La Norma del Barrio", un oasis de la gastronomía "mar y tierra" característica del Gran Concepción.
En febrero de 2024 se instaló el local a pasos de la UdeC, para degustar al sector con productos locales mediante una barra. Una de las ideas de "La Normita" fue aprovechar "un formato de escala humana donde el cocinero te atiende", señaló uno de sus socios fundadores, Juan Domingo de la Sotta, a SABES. "Se llama La Norma por mi abuela, le encantaba la cocina y la poesía", reveló.
"También puede ser La Norma por una norma de comer bien", enfatizó el emprendedor, porque buscan alejarse lo más posible de las preparaciones chatarra. "Es comida de barrio: pescado frito, papas mayo, ostras, erizos, un chupito playero (un caldito de mariscos frío como una leche de tigre) con puré... Y vale 3 lucas. Los precios siempre son pensados en algo barato", agregó.
Antes de este negocio, De la Sotta había llegado a San Pedro de la Paz con La Ostrería Penquista, que hoy está en proceso de quiebra, algo que no tiene reparos en comentar. Reconociendo que "fue nuestra primera lección de cómo entender el negocio y hacerlo más eficiente. Esa fue una gran lección del 2024 y es parte de emprender".
Así que "La Norma", fundada por un equipo donde participa el chef Rolando Ortega, apostó por algo más barato y con mayor alcance. "Está apuntada a los 25.000 personas que hay en la UdeC, para plantear una oferta de mar porque estamos ahí mismo. Nosotros, Concepción, estamos a 15 minutos de la playa, o sea, somos mar y tierra todo el rato", celebró el empresario gastronómico.

"La Norma del Barrio" es un delicia para el paladar y la vista
"La Normita" valida la comida del Gran Concepción, donde se mezcla todo, aseguró Juan, "se mezcla la sopaipilla con pebre y el cevichito y el pescado ahumado, todo. Esa es la cultura gastronómica que tiene Concepción".
El modelo de cocina sigue este principio y si bien las preparaciones marinas son la estrella del local, los sanguchitos las alcanzan. Por ejemplo, "hay un sanguchito de mechada: el pan se calienta. Hacemos un caldo madre, de base, y la carne de pernil, de mechada, se calienta en ese caldo. De ahí se va a la marraqueta (que es de la Dresden, hecha en hornos antiguos) y el caldito se sirve al lado, en una tacita".

La barra permite que el cliente vea cómo se prepara y porqué no, darle de inmediato los cumplidos al chef. "Ese formato nos gustaría verlo en más lugares, porque la carta es muy eficiente, el cocinero se adapta rápido, y te permite atender al público y que haya una conversación", se confesó el socio.
El espacio también es agradable a la vista, ya que lo diseñó el arquitecto Diego Echeverría, quien está creando la planta urbana bajo el Puente Chacabuco.
"La Norma del Barrio" ha dado buenos resultados en Edmundo Larenas 346, pero planean mudarse, "queremos buscar más adelante un local en el centro que nos permita crecer con esta apuesta", cerró De la Sotta. El equipo también está detrás de Rabbo, el restaurante que nació del chef Ortega.

Revisa más noticias de la Región del Biobío. Síguenos en Facebook e Instagram para ver fotografías con datos de contingencia nacional y del Gran Concepción.