Mireya deja las calles de Concepción y comienza una nueva vida en un Establecimiento de Larga Estadía
Durante más de 30 años, Ubelinda Sanhueza Sepúlveda, más conocida por su segundo nombre, "Mireya", ha sido uno de los rostros más conocidos e icónicos en el centro de Concepción. Su historia comenzó de manera distinta: estudió Derecho en la Universidad de Concepción y fue elegida reina de la UdeC. Sin embargo, diversas circunstancias la llevaron a vivir en la calle. A sus 74 años, su situación ha cambiado ya que, finalmente, ingresó a un Establecimiento de Larga Estadía (ELEAM) en Hualpén.
Este cambio, gestionado por la Seremi de Desarrollo Social y Familia y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), marca un antes y un después en la vida de Mireya, quien ahora cuenta con un hogar donde recibe atención médica, alimentación y el apoyo de un equipo multidisciplinario. “Me han tratado muy bien. Estoy muy feliz, ahora recibo atenciones de mi hombro y cadera. Me he portado bien, la gente me quiere y eso lo agradezco. Sigo patiperra, pero no me dejan irme y yo no quiero irme”, expresó emocionada.
Mireya vagó durante décadas por calles de Concepción: ahora podrá vivir dignamente
El Seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz, destacó la importancia de este paso, asegurando que siempre fue el objetivo brindar a Mireya un lugar adecuado para su edad. “Por muchos años, Mireya pasó en situación de calle, deambulando por distintos dispositivos del programa Noche Digna de nuestro ministerio. Luego de eso le asignamos un espacio en la Residencia, pero siempre nuestro fin era que ella pudiese estar en un ELEAM de Senama, porque los cuidados que recibiría acá eran ya de una persona mayor y hoy esto ya se materializa con la llegada de ella a este dispositivo que le permitirá vivir dignamente y sobre todo mejorar su calidad de vida infinitamente a como venía pasando día a día”, afirmó.
Desde el ELEAM Juan Lobos, su directora administrativa, Valentina Garrido, comentó está recibiendo todos los tratamientos necesarios. “Ha sido un proceso de adaptación, en donde se ha mostrado una relación y comportamiento muy bueno en términos generales. Está recibiendo todos los tratamientos que ella requiere, posterior a las evaluaciones médicas a las que ella tuvo que someterse. Es por eso que tanto Mireya como nosotros como equipos estamos muy felices. Sabemos de la importancia que significa ella para la ciudad y que nosotras podamos tenerla acá es un tremendo orgullo”, señaló.
Un nuevo capítulo en su historia
Dejar la calle atrás no ha sido fácil, pero ahora Mireya enfrenta su nueva etapa con tranquilidad. Atrás quedan los inviernos duros, los peligros de la vida en la calle y las dificultades que enfrentó durante más de tres décadas. Hoy, con un techo seguro y el cuidado que merece, comienza un capítulo en el que el cariño y la estabilidad son parte de su día a día.
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