A Teens selló su regreso a Chile en Concepción: El reencuentro con un grupo que marcó parte de mi vida
El grupo de pop sueco A Teens selló su regreso a Chile en Concepción, en el marco de la Fiesta Grado 3 que se realizó en el Club Hípico. Un show que, en lo particular, me remontó a una época de alegría, en que la música era mi fiel amiga y disfrutaba de escuchar CD's en la radio del colegio.
Muchos conocieron al cuarteto conformado por Marie Serneholt, Dhani Lennevald, Sara Lumholdt y Amit Paul cuando estaban en pleno apogeo. Algunos cuando pisaron la Quinta Vergara por el Festival de Viña del Mar. En mi caso, fue porque encontré un disco de "The ABBA Generation" en casa de mi mejor amigo.
Desde ahí que forjé un vínculo con A Teens que tuvo su momento 'cúlmine' con su regreso después de 25 años a Chile. El show, que esperé por horas, partió con "Gimme! Gimme! Gimme! (A man after midnight)", generando el fervor mío y de quienes esperábamos ansiosos porque subieran al escenario.
Entre medio, hubo otros shows, como el de Tronic, Supernova Kudai, Glup!, Fulanito, Proyecto Uno, 666 y 2 Unlimited, que al igual que muchos, los disfruté a concho. El cuerpo, tras varias horas de baile y baile, no me daba para más, pero seguí. Incluso, en el segmento "tecno", apareció en escena Ana María "Zapallito" Muñoz.
El regreso de A Teens a Chile
Si bien hubo que sortear un calor que a ratos se volvía insoportable y que el polvo se levantara con cada pisada, llenándote la cara de tierra, valió totalmente la pena. A Teens repasó cada hit que los catapultó en la escena musical hace tantos años. En su mayoría de "The ABBA Generation", que a todo pulmón canté.
Además de las canciones de su primer disco, también consideraron temas como "Can't Help Falling in Love" (que apareció en Lilo & Stich), "Upside Down", "I Promised Myself" y "Floorfiller", entre otros.
El concierto de A Teens, que marcó su regreso al país y su retorno a los escenarios con un tour, dejó una sensación de alegría, que con el paso de las horas ya pasó a ser más de nostalgia. Lo disfruté cuanto pude, aún cuando me dolían los pies y lasa rodillas. No esperé verlos, ya que su retorno se veía poco probable, pero las vueltas de la vida son así. Te sorprenden cuando menos lo esperas.
