Penquista busca costear equipo "Tesla" para tratar rara enfermedad: "Si no tuviera esa posibilidad, mi destino sería la eutanasia"
"Cistitis intersticial", también conocida como "trigonitis", es el nombre de la enfermedad que padece Leonardo Denis Durán Peralta, un penquista que, debido a esta condición, vive constantemente con un gran dolor que le impide desarrollar su vida con normalidad. En este sentido, el oriundo del Biobío ya ha probado distintos métodos para enfrentar este padecimiento, sin embargo, ninguno ha tenido los efectos deseados. Ahora, parece haber encontrado el remedio definitivo, no obstante, está lejos de su alcance debido a un problema: los recursos monetarios.
Según comentó el nutricionista de profesión, a los 19 años comenzaron los problemas, puesto que asistió a médico, pero "todos mis exámenes salían negativos, estaba completamente sano". Luego le recomendaron consultar a un urólogo, quien "me hizo una cistoscopia a sangre fría y me encontró úlceras del tamaño de 100 pesos yo recién con 20 años (…) no se explicaban esas úlceras en un hombre siendo que es una enfermedad que en ese tiempo todavía estaba por descubrirse".
"¿Cómo es mi día a día? Lucho con el dolor. A los años ya, tengo 45, se han sumado otras patologías debido a que por cada crisis de dolor que yo hago quiebro mis dientes, porque no aguanto el dolor. He quebrado mi dentadura, estoy haciéndome una reconstrucción completa en la boca. Vivo con tiempos cortos, que tengo que ser eficiente en esos tiempos donde no tengo dolor. Tengo que trabajar, tengo que limpiar, tengo que hacer la vida de un ser humano normal, no tengo pareja, no estoy casado, no tengo hijos, esto es una enfermedad incapacitante, devastadora, catastrófica", contó Leonardo.
Asimismo, comenta que su enfermedad se traduce en un dolor "24/7" y que en una escala subjetiva del 1 al 10, él estaría "de un 7 a un 9, o sea, dolor alto". En este contexto, explicó algunas alternativas que le han sugerido, como "cirugías experimentales, chamanes, ayahuasca, espiritismo, evangélicos y católicos. Lo que se te ocurra en 26 años, este ser humano lo ha hecho".
Situación laboral y "remedio definitivo"
Los constantes dolores han tenido impacto de igual manera en su vida profesional, si bien es nutricionista y tiene un magister en Salud Pública, nunca ha podido ejercer. De acuerdo con su relato, "tuve que avocarme a la ley de discapacidad, mayor de dos tercios, porque el dolor me incapacitaba, incluso caminar. Yo vivo acostado, recostado, así es mi vida". No obstante, hay una especie de solución, para la cual requiere de una gran suma de dinero.
"El remedio definitivo lo propone Tesla con el implante a nivel medular y el manejo del dolor a través de un teléfono, un IPhone, que tu manejas y ya dejas de usar opioides, estupefacientes, y dejas esa cadena de adicciones hacia los opioides. Es el futuro", manifestó al respecto. Por último, señala que "si yo no tuviera la posibilidad de ese dispositivo, mi destino sería la eutanasia".
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