Casi 90 años de historia en Concepción: El Instituto Chileno Británico enseña el auténtico inglés bajo la certificación Cambridge, la más prestigiosa del mundo
Más de 30 mil cursos de inglés ha impartido el Instituto Chileno Británico de Cultura de Concepción, donde continúa fomentando el aprendizaje de un idioma que abre puertas educativas y profesionales en todo el mundo "a cualquier persona que tenga la motivación para aprender", afirmó su director Alan Cleveland a SABES.
Bajo esas mismas ansias de integración nació la institución en el 1937, cuando migrantes ingleses llegaron a las faenas mineras de Lota y Coronel. Muy interesados en comprender la sociedad chilena y difundir su propia tradición, "se abocaron a la enseñanza del auténtico inglés, el inglés británico", señaló el ejecutivo.
Esta labor está próxima a cumplir 90 años, en los que han apostado por calidad e innovación en medio de los desafíos que han enfrentado. Actualmente son el único centro de exámenes autorizado por la Universidad de Cambridge en el Sur de Chile para obtener la más prestigiosa certificación.
"Su certificación tiene validez en todo el mundo, es la más conocida y ampliamente difundida", recordó Cleveland. A la vez es un requisito al postular a trabajos o estudios en el extranjero.
Al ser líderes en el rubro, el Británico entrega Asistencia Técnica Educacional (ATE) para la capacitación de docentes y estudiantes de escuelas de bajos recursos. A través de la Ley SEP (20.248) han trabajado a lo largo de Chile para nivelar el aprendizaje del inglés a un alto estándar, aspirando a dar mejores oportunidades a la comunidad.
El Instituto Chileno Británico de Cultura trabaja con alrededor de mil alumnos, desde niños hasta profesionales. Ya sea de forma presencial en su edificio de San Martín 531, Concepción, o virtual en cualquier lugar del mundo, gracias a que fueron pioneros en incorporar herramientas digitales a su programa.
Tecnología y cultura pop: El Instituto Chileno Británico lidera la enseñanza del inglés en Concepción
Alan Cleveland, un ingeniero de profesión con vocación por enseñar, llegó a la dirección del Instituto Chileno Británico en 1998. En su cargo le tocó restaurar un edificio destruido por el terremoto del 2010, lo que impidió que funcionará durante casi un año.
La recuperación tardó años, pero puso en marcha un proceso que apostó por la resiliencia. Sin anticipar la pandemia, Cleveland tomó una decisión clave para el futuro del Instituto y sus usuarios. "Nosotros sabemos que para que cualquier joven o adulto pueda triunfar aquí en Chile o afuera, tiene que saber inglés y tiene que saber tecnologías digitales", declaró el director. Por ejemplo, formándose en programación e Inteligencia Artificial.
Así que, mezclando el lenguaje de la comunicación y el de las máquinas, "nos transformamos en menos de dos semanas, del presencial de toda la vida, a hacer clases a distancia con éxito absoluto. Las clases online, cuando uno lo hace bien, son muy atractivas, donde profesores y alumnos muestran gran interés y motivación. Incluso, cuando alguien asiste a las clases presenciales todos se ven muy atentos", celebró Cleveland.
El encuentro con la comunidad a través de la cultura pop también ha sido un importante factor para conectar con los jóvenes. En la ciudad se han celebrado eventos como la coronación de Carlos III y otros eventos británicos e internacionales.
Esto ha permitido que el Instituto Chileno Británico cumpla con su meta de fusionar e intercambiar culturas dentro de Concepción. "Y darle la competencia más importante que puede tener un país con vocación de importador y exportador, hablar inglés", recalcó el ingeniero, agregando que junto a las herramientas digitales, son la "única forma de enfrentar los desafíos modernos".
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