Editorial: La eterna deuda de la paridad, sólo dos alcaldesas en el Biobío

Durante este último proceso electoral sólo dos mujeres fueron electas alcaldesas en el Biobío. Marcela Tiznado en Lebu y Sandra Bobadilla en Antuco. En total son 33 alcaldes por lo tanto las mujeres representan sólo el 6% de los ediles en la región.

Esto evidentemente es un problema y no es para nada nuevo, es un tema que como sociedad venimos arrastrando hace muchos años. En nuestros 200 años de historia sólo hemos tenido una mujer presidenta y actualmente en la cámara de diputados y diputadas, que cambió su nombre para ser una institución más paritaria, predominan los hombres. 2/3 son varones lo que demuestra que la nueva denominación quedó solo en el discurso. Y ¿cómo andamos en el gabinete del primer gobierno feminista de la historia?, bastante bien pareciera ya que, de 24 secretarios de estado, hay 13 mujeres.

Ha habido distintas iniciativas para solucionar este tema. Algunos recordarán la promesa de Bachelet de tener la mitad de ministros mujeres y la otra mitad varones, cuestión que concretó por cierto. Pero le duró sólo hasta el primer cambio de gabinete. También está el proceso constituyente que tuvo que modificar la ley para que fuera paritario y se cumplió.

El proceso electoral del año 2017 fue el primero que se realizó bajo la famosa ley de cuota de género. Pese a la nueva normativa, no se obtuvieron los resultados esperados y el parlamento siguió compuesto mayoritariamente por hombres. Todo indica que la ley tuvo problemas de diseño que provocaron que las mujeres fueran incluidas en algunas listas solo para cumplir los requisitos.

Lo primero que se viene a la mente para analizar este hecho es la población en Chile. En nuestro país son más mujeres que hombres. 51 % v/s un 48 a 49 % ¿Por qué entonces este grupo de ciudadanas tiene tan baja representación política o hay tan pocas en cargos de poder?

Hoy los partidos políticos cumplen la cuota de género por formalidad y no para competir seriamente. Falta un trabajo de base. Las mujeres en las juntas de vecinos cumplen un rol extraordinario, ¿por qué no se empieza a trabajar desde ahí?, ¿por qué no trabajar con las concejalas de los municipios para ir generando nuevos liderazgos?

La Ley 20.840 establece un sistema transitorio de aplicación de cuotas para la inscripción de candidaturas femeninas a elecciones parlamentarias que define un techo máximo de representación, donde ningún género puede sobrepasar el 60% de participación de postulaciones al Congreso. A lo mejor más que un techo se necesita un mínimo y con trabajo de base de los partidos políticos.

Lo que tenemos claro hoy es que hay una subrepresentación de las mujeres en las instancias de poder y eso tiene muchas implicancias. Lo sabrán bien Marcela Tiznado y Sandra Bobadilla que deberán luchar y mucho para hacerse un espacio entre los 31 alcaldes varones, todo por el bien de sus comunidades.

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