Clínica Biobío: A la vanguardia de la cardiología intervencionista en Chile
Fotografía: Cedida

Clínica Biobío: A la vanguardia de la cardiología intervencionista en Chile


Por Ariela Ramírez | 22 Octubre 2024 17:06
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Desde hace ya varias décadas, las enfermedades cardiovasculares se han constituido en Chile y en el mundo como una de las principales causas de muerte, realidad que hace 15 años llevó a Clínica Biobío a tomar la visionaria decisión de fortalecer sus áreas de Cardiología y Cardiocirugía.

Para cumplir con este objetivo, no solo atrajo a especialistas altamente calificados, sino que también creó el Laboratorio y Pabellón de Hemodinamia, unidad de alta complejidad diseñada para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardio y cerebrovasculares.

Así lo informa el cardiólogo intervencionista, Dr. Luis Pérez, jefe de Cardiología y Hemodinamia de Clínica Biobío, quien afirma que hoy en día el centro de salud cuenta con todas las especialidades del área, lo que permite abordar de forma multidisciplinaria toda la gama de patologías cardiovasculares. “Tenemos cardiólogos clínicos, dedicados principalmente a la atención de pacientes y a la realización de evaluaciones no invasivas, como test de esfuerzo, o Holters de presión y de arritmia. Están los cardiólogos imagenólogos, especialistas en hacer ecografías, algo cada vez más importante, y no solo en la parte de diagnóstico, sino también durante el trabajo en pabellón. También tenemos a los cardiólogos arritmólogos, o electrofisiólogos, que estudian y tratan distintos tipos de arritmias e implantan dispositivos como marcapasos y desfibriladores, y finalmente estamos los cardiólogos intervencionistas, que diagnosticamos y tratamos enfermedades al corazón, a través de procedimientos mínimamente invasivos”, detalla.

A ellos se suman los cardiocirujanos, médicos especialistas en cirugía cardiaca, encargados de resolver los casos de pacientes cuya única opción es la cirugía, además de los cirujanos vasculares, que realizan intervenciones vasculares periféricas, como la instalación de endoprótesis aórticas.

Gracias a esta amplia gama de profesionales, Clínica Biobío es hoy capaz de brindar una atención especializada a quienes padecen cualquier enfermedad cardiovascular, así como acompañamiento permanente a lo largo de su evolución, contribuyendo a su bienestar con tratamientos preventivos, procedimientos mínimamente invasivos o intervenciones de alta complejidad, acordes a los requerimientos de salud de cada paciente. “La colaboración entre los distintos equipos de Cardiología nos permite ofrecer una atención personalizada y de alta calidad, que se potencia con las capacidades de los distintos especialistas… Además, la mayoría nos conocemos desde hace mucho, y con algunos venimos trabajando juntos hace casi 20 años. Es una larga historia en común, que ha redundado en generar un equipo muy afiatado, de gran capacidad y amplia experiencia”, sostiene el médico.

Intervenciones mínimamente invasivas

En la moderna Unidad de Hemodinamia de Clínica Biobío se desempeñan cardiólogos intervencionistas, electrofisiólogos, cirujanos vasculares y neuroradiólogos, quienes realizan estudios e intervenciones en el corazón, cerebro y en gran parte del aparato vascular periférico.

El jefe de esta Unidad explica que en el Laboratorio y Pabellón de Hemodinamia se efectúan todos los estudios invasivos al corazón. Ejemplo de ellos son las coronariografías, procedimiento en que -a través de un catéter que se inserta en la muñeca o la ingle, y usando material de contraste y rayos X- los especialistas logran ver en tiempo real cómo late el corazón y cómo fluye la sangre por las arterias. “Si luego del examen, aún tenemos dudas, podemos hacer una ecografía intravascular, introduciendo una guía dentro de las coronarias para ver las paredes de las arterias y la conformación de las placas que las están obstruyendo, las que luego reparamos con una angioplastia coronaria”, detalla el Dr. Pérez. 

En Hemodinamia también se realizan pruebas funcionales y estudios valvulares, que permiten observar estrechamientos en las válvulas, los que más tarde pueden corregirse implantando una nueva, además de algunas intervenciones neurovasculares, principalmente en pacientes que presentan aneurismas o han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV). No obstante -dice el especialista- el 80% de todos estos procedimientos tendientes a tratar patologías de alta complejidad son realizados por cardiólogos intervencionistas, quienes reparan las arterias, las coronarias y las válvulas cardiacas, entre otros defectos del corazón, con técnicas mínimamente invasivas.


Pioneros en MitraClip

Comprometidos con la constante búsqueda de nuevas y mejores formas de tratar las enfermedades del corazón, hace dos meses el equipo de Cardiología Intervencionista de Clínica Biobío realizó un innovador procedimiento que permitió reparar la válvula mitral de un paciente, sin necesidad de una cirugía a corazón abierto. 

El procedimiento, efectuado a un hombre de más de 80 años, no solo resultó todo un éxito, sino que convirtió a la Clínica en el primer centro de salud privado, fuera de la región Metropolitana, en realizar esta intervención. “Somos uno de los pocos centros en Chile en ofrecer procedimientos como el MitraClip, una técnica realizada por medio de catéteres, muy revolucionaria, que nos permite reducir los riesgos asociados a la cirugía tradicional y acelerar la recuperación de nuestros pacientes… Esta intervención se desarrolló en el mundo hace solo un par de años, y nosotros nos entrenamos en ella. De hecho, con cerca de 30 procedimientos de este tipo ya realizados, somos el equipo con mayor experiencia en esto en Chile… A nivel público, no creo que haya algún centro que haya visto más de 6 o 7 casos, y menos aún en el ámbito privado”, detalla.

Tecnología de punta al servicio del corazón

El especialista también destaca el compromiso de Clínica Biobío con la innovación, y con ofrecer a sus pacientes tecnología de vanguardia, que les permita acceder a diagnósticos y tratamientos más precisos, efectivos y seguros. “Nos mantenemos en constante adquisición y renovación de nuestros equipos, de modo de contar con la tecnología de punta necesaria para desarrollar todas las técnicas existentes hoy en el mundo para tratar las enfermedades coronarias y estructurales del corazón… Y nuestros equipos médicos están capacitados para utilizar al máximo las posibilidades que ofrecen estos sistemas, lo que se traduce en mejores resultados para los pacientes”.

Entre el moderno equipamiento con que cuenta la sala de Cardiología Intervencionista, el Dr. Pérez destaca en el ámbito diagnóstico el angiógrafo -actualmente en proceso de renovación-, que utiliza rayos X y sistemas digitales para obtener imágenes precisas y detalladas de las arterias. “A las angiografías le sumamos estudios funcionales, que nos permiten saber si la arteria obstruida es realmente relevante para el paciente. Así, por medio de un estudio IFR (ratio instantánea wave-free) podemos determinar la severidad de una estenosis coronaria y, según el resultado, decidir si el paciente requiere o no una intervención. También tenemos apoyo de imágenes intracoronarias, como el ultrasonido intravascular, que permite evaluar qué tipo de lesión y de qué diámetro tiene la persona, un dato importante para guiarnos en procedimientos complejos”.

Desde el punto de vista del tratamiento, en tanto, relata que poseen una importante gama de stents -pequeños tubos de malla de metal que se expanden dentro de una arteria del corazón para repararla-, los mismos que hoy se usan en Europa o Estados Unidos. “Pero más allá del equipamiento e insumos, lo importante es el equipo médico intervencionista de la Clínica, que es experto en poner válvulas aórticas (TAVI), que realizan la técnica del MitraClip, que cierran orejuelas cardiacas, que reparan defectos septales de nacimiento, etc., y que tiene los conocimientos, la experiencia y las habilidades técnicas para hacerlo”.

¿Por qué escoger a Clínica Biobío ante un problema cardíaco?

El Dr. Pérez hace hincapié en que hoy en día Clínica Biobío cuenta con todas las capacidades para responder de la mejor manera a cualquier complicación cardiológica.

Todo comienza en la Urgencia, donde personal altamente entrenado en la pesquisa y diagnóstico precoz de las distintas patologías cardiacas recibe al paciente que -en estos casos- suele llegar con un fuerte dolor en el pecho. Se le realiza un acucioso examen clínico, además de un electrocardiograma, para evaluar si está sufriendo algún cuadro grave, entre los que se encuentran un infarto cardiaco; una disección aórtica, que es la rotura en la pared de la aorta, que puede requerir una rápida cirugía, o un bloqueo completo al corazón, que hace necesario poner prontamente un marcapasos.

“Entonces, si me preguntas por qué venir a la Clínica ante un dolor en el pecho, por ejemplo, es porque aquí podemos resolver de urgencia todos los cuadros graves… Los urgenciólogos están entrenados en reconocer estas patologías. Por ello, ante cualquier caso que se presente, de inmediato llaman a un cardiólogo clínico, si creen que se trata de algo que puede resolverse solo con tratamiento farmacológico, o a un intervencionista o cardiocirujano, si piensan que es algo más serio”, enfatiza el especialista.

Añade que también la Unidad de Paciente Crítico (UPC) -que está compuesta por UCI y UTI- cumple un rol fundamental en el manejo avanzado de los pacientes tras ser intervenidos, maximizando sus posibilidades de recuperación. “Nuestra UPC, liderada por la especialista en Medicina Intensiva, la Dra. Leonila Ferreira, cuenta con equipamiento de estándar internacional, y con profesionales médicos y de enfermería -en su mayoría intensivistas- con amplia trayectoria en el cuidado de pacientes críticos, lo que ciertamente constituye otra razón de por qué venir a Clínica Biobío ante un evento grave”, destaca.

Al finalizar, el Dr. Luis Pérez enfatiza que la Clínica cuenta con profesionales capaces de ofrecer las más innovadoras y eficientes soluciones a cualquier problema cardiológico, de manera integral y oportuna y que, aunque cuenta con tecnología de vanguardia, el factor diferenciador está dado por sus profesionales. “Cuando formamos este equipo en 2009, lo hicimos con la idea de generar las capacidades que nos permitieran resolver todo en un solo lugar, de modo que el paciente no debiera trasladarse a otro centro, ni menos viajar a Santiago para resolver su problema cardiaco. Nuestro objetivo era hacer cardiología de punta, y lo hemos logrado”, dice.

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