Ignacio Bordeu en Concepción: "El caos y el orden trabajan en conjunto para permitir la vida"
"Cuando hablo de caos, ustedes pensarán en ir al centro de Concepción un 24 de diciembre por la mañana. Pero el caos está presente desde lo microscópico hasta las galaxias". Con este ejemplo, el físico y Dr. en Matemáticas Ignacio Bordeu sostuvo en "Ciencia sin Ficción" que la incertidumbre y el caos confluyen con el orden y la vida cotidiana.
Ignacio Bordeu, quien además es profesor asistente de la U. de Chile expuso su charla "Caos y vida" en el festival de divulgación científica. En dicho momento explicó cómo se descubrió la existencia del caos en las ciencias físicas, elemento fundamental para el estudio de los fenómenos.
El científico comenzó relatando cómo hace 400 años Isaac Newton, al descubrir la gravedad, concluyó que todo puede ser predecible. “Si yo lanzo esta botella al suelo puedo saber que caerá. Es más, incluso viendo la forma en que cayó puedo predecir de dónde venía”, explicó.
Si bien la teoría de Newton fue relevante, 300 años más tarde, los matemáticos comenzaron a dudar del determinismo newtoniano. El meteorólogo Edward Lorenz comprobó que al someter dos variables a ciertas condiciones los resultados podían ser muy distintos y por lo tanto, impredecibles. En ese momento se popularizó la idea del caos.
Es por esto, detalló el físico, que no podemos predecir el clima en los próximos meses, sino que sólo algunas semanas. Esa es la idea del caos. En ese sentido, éste puede aparecer en la vida cotidiana, pero también permea todas las áreas de la física, desde lo microscópico hasta el comportamiento de las galaxias.
El caos y la vida según Ignacio Bordeu
Bordeu señaló que la teoría del “efecto mariposa” proviene del descubrimiento de Lorenz. “Si esta idea era correcta, entonces el batido de las alas de una gaviota aquí en Talcahuano podría causar un huracán en New York. Es el planteamiento de que condiciones iniciales mínimamente distintas bastan para cambiar toda la evolución de los hechos”, sostuvo.
Sin embargo, la idea de que no todo es predecible no siempre es mala. El caos incluso está presente en nosotros. Bajo esta afirmación, el matemático ilustró que el cerebro tiene comportamientos caóticos. El caos y el orden coexisten para que nosotros podamos funcionar bien.
En definitiva, lo que concluye el físico con estos ejemplos es que el caos y el orden trabajan en conjunto para permitir el funcionamiento de la vida y sus fenómenos. A partir de eso plantea a la audiencia una tarea: “Ya que ahora sabemos que no podemos predecir el futuro, piensen en dónde van a estar en cinco o diez años y cuáles son las decisiones que pueden tomar en el camino para llegar ahí”.
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