El antes y el después de la leucemia para David, aventurero de Concepción que busca costear su tratamiento
No han sido días fáciles para David Gallegos, también conocido como "Caminantito" en Instagram, donde registra sus días con leucemia, sometido a los caprichos de una enfermedad que le impide explorar la naturaleza de su Concepción natal como antes. En medio de la aventura más difícil de su vida, el apoyo de su familia, amigos y seguidores le permite seguir adelante con un costoso tratamiento.
En mayo del 2022, Gallegos recibió el diagnóstico de cáncer a la sangre. "Al principio no le tomé tanto el peso, pensé que iba a salir fácil de eso. No fue tan así", indicó a SABES. En estos dos años, ha atravesado un trasplante de médula, sufrió una recaída en la que perdió la visión en el ojo izquierdo, presentó meningitis y requiere un segundo trasplante.
Entre sus apuros médicos lo que más lamentó es que "antes de enfermarme estaba en una etapa muy deportiva. La mejor de mi vida creo, entrenando mucho, subiendo volcanes y logrando objetivos que tuve mucho tiempo en mente, con varios proyectos por cumplir". Su pasatiempo favorito era caminar por "los lugares a los que nadie va", como rincones en la Península de Hualpén.
Ante todo David es resiliente, cuando no está hospitalizado en la Clínica Dávila de Recoleta puede emprender una caminata en lugares seguros y sin mucho esfuerzo. "Hay días en que quiero volver el tiempo atrás y que todo fuera un mal sueño. Después despierto bien y con ganas de seguir luchando para mejorarme", indicó con optimismo.
Actualmente, el paciente de 36 años busca conseguir su segundo trasplante de médula, por lo que lanzó una rifa a $3000 el número, con una TV, un ascenso al volcán Antuco, giftcards y mucho más entre los premios. Para apoyar a este caminante, pueden contactarlo en su Instagram o donar directamente:
La historia de David Gallegos: La leucemia lo alejó de Concepción y la aventura
De profesión bioingeniero con mención en biología celular, un poco tímido, ansioso, pero energético y amigable. Con una pasión por el trekking, la escalada, el montañismo, la bicicleta y cualquier actividad que lo mantenga activo, así se describe David.
"Yo era alguien muy libre, hacia lo que quería, cuando quería y donde quería. Me gustaba hacer cosas peligrosas y comer mucho, comía de todo, lo crudo, lo con grasa, lo con azúcar", recordó.
El diagnóstico de leucemia significó un antes y un después en su cotidiano, ya que el explorador no sólo tuvo que dejar Concepción y sus paisajes favoritos. "Tengo prohibido comer muchas cosas que me encantan por complicaciones con los tratamientos, he tenido graves secuelas en huesos y corazón. Una pérdida muscular de 30 kg y se nota. He tenido bastante mala suerte, efectos secundarios muy raros".
Ya no puede subir montañas, "ya no puedo bajar un cerro corriendo o trotando, o caerme y rebotar como lo hacía antes", lamentó. Agregando que "lo peor ha sido perder la vista de mi ojo izquierdo, me he acostumbrado bien, pero es difícil aceptarlo a veces".
Como un aficionado de la fotografía y el dibujo, la pérdida de su visión y los medicamentos dañaron su pulso y su percepción de la profundidad. La leucemia lo obliga a ir más lento en muchos aspectos.
David recibe apoyo en las redes sociales
Al enfrentarse a la adversidad, Gallegos también reconoció el profundo amor que sus padres, primos, tíos y amigos le han brindado, un apoyo fundamental. Su presencia en redes sociales también le ganó la simpatía de más de 15 mil seguidores, que lo alientan comprando las rifas, compartiendo su historia y sus dibujos.
"Me ha ayudado a valorarme más, siempre me ha costado eso, siempre me tiro para abajo un poco. Darme cuenta que hay harta gente que me apoya, que me quiere, que soy importante para ellos, es algo positivo que ha salido de esto", manifestó Caminantito.
Aunque perdió parte de su visión y no ilustra como antes, "adapté un nuevo estilo de dibujo, como más simple, pero con más significado. Entonces como que iba evolucionando, quizás no a donde yo quería ir, pero a mucha gente le ha gustado este dibujo y me ha dado... más autoestima quizás", agregó.
En su pieza de la clínica, el paciente de leucemia recibe a amigos de Santiago, de Concepción, que vuelven del trabajo, de sus viajes, que a veces están lejos, pero siempre lo llevan en mente. Llegan con lápices, cuadernos, libros, imanes y llaveros de todo el mundo.
Según expresó a este medio, "me gusta coleccionar los llaveros del mundo. Me gustaría algún día hacer un mapa gigante y ponerlos todos, como ahora no puedo viajar, no puedo hacer nada de eso, pero puedo soñar".
La ruta de Caminantito por la naturaleza del Biobío
El oriundo de Concepción es fanático de los paisajes que ofrece la región del Biobío, antes de la leucemia "los lugares que más visitaba eran bastante simples y muy cercanos".
Entre estos, "Caminantito" destaca la península de Hualpén, "hay un lugar en Chome que no es muy conocido, son unos acantilados y yo siempre iba en bicicleta a darme una vuelta. Me gusta mucho la Caleta, era mi lugar favorito, muy simplecito y está al lado", expresó.
Dentro de la provincia del Biobío, resaltó "la Cordillera de Tricauco, en Santa Bárbara y Alto Biobío, donde está la laguna Pirquinco, la laguna Nelquihue, la laguna Cañicura, la laguna Huequecura... Todo ese sector de lagunas de granito es muy bonito. Me gustaría explorarlo completo, me faltan dos todavía. No sé si algún día lo logre porque es medio peligroso".
Una vez que la enfermedad le de una tregua y se adapte a su nueva realidad, también espera viajar a cordilleras de Bolivia, Perú y Argentina. David prefiere los caminos menos recorridos, "voy a los lugares que nadie va y ahí me quedo un rato. Hasta que me olvido, me gusta la tranquilidad de la naturaleza". Para el futuro espera recuperar parte de su musculatura y empezar una nueva arista de su vida como aventurero.
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