Trabajador de micros del Gran Concepción inventó falso secuestro para faltar a la pega: Enorme despliegue policial
Un amplio operativo policial se desplegó anoche en Caleta Lenga, comuna de Hualpén, por el secuestro de un hombre. Según fuentes cercanas a la investigación la "víctima" pidió auxilio en un local comercial, asegurando haber sido víctima de un violento rapto.
Si bien es cierto, el sujeto pidió que llamaran a su madre, la dueña del establecimiento resolvió dar aviso a Carabineros lo que gatilló el procedimiento policial.
El hombre tiene 59 años y afirmaba haber escapado recién de sus captores. Según su relato, cuatro jóvenes lo habían abordado en las cercanías de Cuatro Esquinas en Hualpén y lo llevaron hasta los cerros detrás la caleta, donde lo amarraron y le robaron 30 mil pesos. El trabajador, empleado de la empresa de buses Ruta del Mar, aseguró que todo comenzó cuando pidió un Uber al mediodía para ir al hospital, pero en lugar de su transporte, un vehículo diferente se detuvo y lo obligaron a subir.
Falso secuestro: Fiscalía desplegó a la BIPE de la PDI
El hombre afirmó que los secuestradores lo llevaron a un lugar apartado, lo amarraron y le pusieron un pañuelo en la boca mientras le exigían dinero. La Fiscalía de Flagrancia recibió la denuncia, lo que movilizó a la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI para realizar las diligencias de lo que parecía ser un grave delito asociado al crimen organizado.
Sin embargo, todo cambió cuando, a las 7:00 de la mañana del día siguiente, el hombre confesó que todo era una "chiva" para faltar a la pega. Tras haberse ido a Lenga para beber alcohol, inventó el secuestro para justificar su ausencia en la conocida línea de micros del Gran Concepción.
Recordar que este caso no es el único de falso secuestro denunciado en Concepción. En mayo de este año una mujer de 23 años dijo haber sido secuestrada por un grupo de sujetos con acento extranjero en las calles Maipú con Colo Colo y posteriormente incluso afirmó haber sido abusada sexualmente.
Más tarde, sin embargo, los policías la enfrentaron porque las cámaras dispuestas en esa intersección de calles no habían captado nada a la hora que ella señalaba. Al verse acorralada la mujer confesó que todo era mentira y que en realidad había inventado esa historia porque se había gastado la plata que sus padres le habían proporcionado para pagar sus aranceles en la educación superior.
En este caso no hubo acciones legales en contra de la mujer. El falso secuestro de Hualpén seguiría el mismo camino, no habrá consecuencias legales para este sujeto. Es gente que sencillamente miente en un proceso judicial, cuestión que parece ser más común de lo que uno pudiera imaginar.
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