Editorial: Caso Hermosilla y separación de poderes del Estado

Del foro de tribunales a la Moneda, así giró bruscamente el epicentro de las discusiones por el caso Audios o Luis Hermosilla.

De hablar de cautelares, de calificación de delitos hemos pasado a utilizar palabras como matonaje o revanchismo político. ¿Cómo llegamos a esto?

Muy sencillo errores no forzados del Gobierno o lo que hoy llama un medio de comunicación nacional Fuego amigo innecesario.

Esto comenzó con la prisión preventiva en un recinto carcelario decretado contra el otrora abogado más poderoso de Chile Luis Hermosilla. Tras decretarse esta medida el Presidente de la República de manera improvisada y en un acto destinado a conmemorar la educación técnico profesional, celebró la prisión de Hermosilla.

El presidente dijo literalmente, "permítanme decir una pequeña cosita de contingencia antes de partir con lo que nos convoca. Acaban de enviar a la cárcel, a un señor que se creía todopoderoso, al señor Hermosilla. Es importante decirle a Chile que tal como estamos enfrentando con firmeza la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico, a la corrupción, al tráfico de influencias, también hay que enfrentarla con mucha dureza. Acá no puede haber ciudadanos de primera y segunda clase. La justicia y la ley tienen que ser igual para todos. Por eso que bueno que los que se creían poderosos vayan también a la cárcel”, sentenció Gabriel Boric.

Esta frase que uno pudiera decir interpreta a un alto porcentaje de los chilenos, fue innecesaria, gratuita y generó lo que generó una pequeña crisis política. A este fraseo se suma lo señalado por la Ministra del Interior y la propia vocero de Gobierno que apoyaron obviamente lo dicho por Boric.

No se puede cuando el fallo no conviene decir que las resoluciones judiciales no se comentan solo se acatan y luego cuando el fallo conviene opinar tan abiertamente.

Juan Pablo Hermosilla, hermano del imputado, utilizando un término futbolero, encontró la pelota dando votes en el área y bueno las emprendió con todo en contra del mandatario acusando intervencionismo del poder ejecutivo en otro poder del Estado, afirmando que si no queremos ser Venezuela debemos parar esto. En el fondo Juan Pablo Hermosilla con esto ha logrado probablemente uno de sus objetivos procesales, que la atención mediática salga de los tribunales, no esté concentrada en su hermano y en los delitos que cometió sino en este conflicto con la Moneda. Y la Moneda le facilita el camino, una lección que ya veremos si fue aprendida o no por la actual administración.

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