A 7 años: El impacto que ha tenido en el Biobío la separación con Ñuble
La tarde del 19 de agosto de 2017, y con Los Jaivas entonando de fondo, y en vivo su clásico “Todos Juntos”, la entonces presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley que creó la Región de Ñuble.
La XVI región, tendría tres provincias; Itata, Punilla y Diguillín, y entraría en vigencia un año después, con todas las entidades administrativas estatales necesarias; Intendencia, gobernaciones, direcciones regionales, Fiscalía y otras entidades.
Y el debate parlamentario fue desigual, ya que de todos los parlamentarios de la Región, sin contar a los de los Distritos 41 y 42, solo Marcelo Chávez, Iván Norambuena, Jorge Ulloa y Enrique van Rysselberghe votaron en contra de la separación.
A más de 7 años de la votación, Marcelo Chávez, fuera el ámbito parlamentario, consideró que “se necesitan datos para evaluar las consecuencias de esta separación, pero creo que para Ñuble esto ha sido positivo, ya que han podido salir del abandono que tenían por parte de Concepción. Y por el lado de Biobío, existe una obligación para integrar al resto de las provincias, lo que nos obliga a hacer un mayor acople y evitar generar una atomización en el centro”.
En ese mismo sentido, el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, apuntó a que “el Biobío pesa menos políticamente que hace siete años atrás, antes elegía cinco senadores, ahora tres. La Región objetivamente se achicó y también se incubaron problemas que se han logrado subsanar, pero que se mantienen, como la región pesquera, que sigue siendo una”.
Díaz, que para el momento de la promulgación era intendente en el Biobío, “esto ha sido una situación compleja, pero existe una relación de amistad cívica con las autoridades de allá. Ahora, habría que preguntarle a ellos si han ganado o no”.
Desde el gobierno, en tanto, la seremi de Gobierno, Jacqueline Cárdenas, cree que “fue muy importante construir identidad regional que respete y priorice las industrias de cada región, permitiendo inversiones que responden a la productividad y características de una zona, focalizando sus recursos”.
La autoridad complementó con que “siempre hay dificultades en cada territorio pero forman parte de los desafíos que significa administrar una nueva región, a esto hay que agregar que los Gobiernos Regionales son claves no solo en la gobernanza sino además en el desarrollo productivo y social de un territorio de manera descentralizada”.
Desde la Delegación Presidencial de Ñuble, se comprometió una evaluación de estos siete años por parte del delegado Rodrigo García, pero finalmente no se concretó.
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