Mes del corazón: ¿Es posible morir por un corazón roto?
En el marco del mes del corazón, un experto se refirió al “Síndrome del Corazón Roto”, una enfermedad que puede presentarse por altos niveles de estrés y puede ser grave.
Se trata de la Miocardiopatía de Tako-Tsubo y aunque es poco conocida y frecuente, se asocia al estrés emocional severo. Si bien la mayoría de los casos las personas se recuperan sin mayores secuelas, en ocasiones puede hacerse recurrente y provocar la muerte. El director de la Escuela de Medicina de la Universidad Andrés Bello, Gustavo Constenla se refirió al tema.
De acuerdo a lo informado, esta patología descrita en 1990 en Japón, y se presenta con mayor frecuencia en mujeres pues “son más propensas que los hombres a experimentar dolor torácico intenso y repentino” aseguró el académico.
Esto se debería a un incremento de las hormonas del estrés como consecuencia de un acontecimiento emocionalmente estresante. El nombre se relaciona con la deformidad que ocurre en el corazón debido a este síndrome.
De acuerdo a Gustavo Constela, “esto sucede porque el músculo cardíaco se debilita debido a la liberación de catecolaminas ( sustancia química elaborada or las células nerviosas) asociadas con un estrés significativo.”
Este síndrome presenta síntomas parecidos a los de un infarto agudo al miocardio, como el dolor de pecho y la falta de aire y puede ser confundido con un ataque cardiaco, explicó el académico UNAB.
Además aseguró que, “en la presentación clínica no se pueden distinguir. En el electrocardiograma sí hay algunas diferencias, pero tampoco es fácil identificarlo. La gran diferencia es que en el síndrome del corazón roto las arterias coronarias no tienen obstrucción”.
El llamado de Constenla, en el marco del mes del corazón, fue a un estilo de vida saludable, ya que el síndrome del corazón roto suele desencadenarse en situaciones de estrés significativo.
Además, enfatizó, “es importante que el equipo médico aborde el tratamiento de esta afección con la misma seriedad que un infarto agudo de miocardio”. Esta recomendación debería extenderse “hasta que se realicen estudios coronarios que confirmen que las arterias están libres de obstrucciones. Una vez confirmada la ausencia de obstrucciones, se puede estar más tranquilo”.
El director de la Escuela de Medicina UNAB aseguró que “el pronóstico para esta enfermedad es generalmente favorable. La mayoría de los pacientes se recupera completamente en un par de semanas, regresando a un estado normal de salud”.
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