Restaurante Stromboli sufre con la delincuencia: "En la noche Conce es terreno de nadie" afirma su dueña
Stromboli debe ser uno de los restaurantes más longevos de Concepción y probablemente uno de los más reconocidos.
Este 2024 cumple 70 años de atención ininterrumpida. Sin embargo, estos últimos años no han sido fáciles para sus dueños. Solo en los últimos 5 años (tiempo que lleva en San Martín 475) ha sido víctima en 10 oportunidades de robos que los han obligado a levantarse las mismas 10 veces.
Dueña del Stromboli: "Conce de noche es terreno de nadie"
Todo el mundo la conoce como Claudia 'Stromboli', sin embargo, su nombre es Claudia Soto Macher y su familia es dueña de este restaurante.
La historia de este lugar es ya bien conocida por los penquistas. Lo inició un inmigrante italiano allá por los años 50', "puede que no con todos los permisos" confiesan algunos conocedores de la historia. Claudia nos dice que el restaurante partió formalmente en 1954, es decir este 2024 cumple 70 años de atención ininterrumpida y su nombre deriva de la isla italiana y del volcán del mismo nombre.
La familia que sostiene este restaurante está cansada por los reiterados hechos de delincuencia y las veces que han debido levantarse. "Solo en San Martín donde estamos los últimos 5 años nos han entrado 10 veces a robar, es brutal", confiesa Claudia.
Así es difícil seguir advierte, "lo vamos a intentar de nuevo, pero han entrado por todos lados, con picota hicieron un hoyo por el muro, por la cocina, por una ventana chica, suben como arañas, como ratas y no podemos poner rejas en el techo. No hay resguardo en Concepción, cae la noche y es terreno de nadie", señala.
"Durante el estallido social nos saquearon, hicieron una fogata con nuestro mobiliario, pero seguimos, la pandemia también la pasamos, pero pareciera que la delincuencia esta vez pudiera ganar", advierte Claudia.
El ladrón "todo el mundo lo conoce"
Sólo en los últimos meses han ingresado tres veces afirma Claudia. Han tomado una serie de medidas, han instalado alarmas, tienen rejas, cierran a las 8 de la noche, incluso pensaron en tener un perro guardián pero nada ha funcionado.
La instalación de cámaras solo les ha permitido grabar al delincuente que ha ingresado varias veces y que Carabineros al parecer conoce muy bien. "Es flaco como una rata, se esconde en pequeños lugares, una vez estuvo horas escondido y cuando Carabineros lo ve lo reconoce de inmediato, pero no pasa nada", afirma.
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