Editorial: Nuestro sistema es precario frente a los desafíos del Cambio Climático
El que acaba de pasar es el segundo gran sistema frontal de este invierno. El anterior fue a inicios de junio y en la región del Biobío dejó un descalabro gigantesco. Las mayores consecuencias estuvieron en provincia de Arauco con desbordes de los ríos Curanilahue y Pichilo dejando miles de personas damnificadas.
En esta pasada, si bien es cierto llovió muchísimo y hubo nuevamente inundaciones en Curanilahue y en el puente 1 en el sector de Chaimávida de Concepción, el gran protagonista fue el fuerte viento.
No hubo noticias de tornados o trombas marinas, pero si hubo un persistente viento que causó estragos. En Carriel Sur se alcanzaba con facilidad los 100 km por hora y en la Isla Quiriquina la Armada registró la racha más fuerte con 180 km/hora, una brutalidad. En su peor momento casi el 50% de la población del Biobío estuvo sin luz y hoy viernes aún decenas de miles permanecen sin suministro eléctrico.
Si a todo esto sumamos lo sucedido el invierno de 2023 con aquellas imágenes de los Saltos del Laja completamente desbordados y con el colapso de la ruta 5 sur en varios puntos debemos entender que los inviernos no serán iguales de aquí en adelante.
Este último tiempo han aparecido conceptos como ciclones, ríos atmosféricos, el escote del diablo...todo da cuenta de una nueva realidad. La causa es el Cambio Climático que se agudiza año tras año.
Evidentemente nuestra infraestructura no es funcional para la agudización de los fenómenos meteorológicos que es lo propio del calentamiento global. Con los sistemas frontales de hoy nuestras líneas eléctricas son débiles, nuestros caminos como la ruta de la madera ni hablar, los bordes de los ríos están llenos de casas, los ciudadanos siguen construyendo sus viviendas como si no hubiera Cambio Climático, debe cambiar la forma de construir caminos, líneas eléctricas y casas en Chile de otro modo estaremos condenados a sufrir con cada invierno.
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