Editorial: Otra vez la Ley de Pesca, hay que tomarse en serio este tema
La Ley de Pesca debe ser uno de los cuerpos legales hoy en tramitación en el Congreso de los más importantes para la Región del Biobío.
Hay miles de familias que dependen de lo bien o mal que lo hagan los parlamentarios, por lo tanto hay que tomarse este trabajo en serio, no hacerlo podría significar la pérdida de empleo para miles de familias en la pesca industrial o artesanal.
Si a esto le sumamos que el antiguo cuerpo legal conocido peyorativamente como la Ley Longueira y en donde la justicia demostró que parlamentarios recibieron pagos por incorporar determinados artículos, estamos en un escenario muy complejo, muy delicado.
En este contexto, cuando tenemos que andar con pies de plomos, cuando debemos ser extremadamente cuidadosos con la manera de tramitar este cuerpo legal tan importante, es que conocemos un reportaje de Ciper Chile donde queda claramente establecido que un grupo de parlamentario de oposición presentó un paquete de indicaciones que no son otra cosa mas que la copia fiel de un documento que había sido ya representado por Sonapesca.
El paquete de indicaciones fueron presentados por 3 parlamentarios, sin embargo hoy solo uno los defiende, Sergio Bobadilla diputado de la UDI que representa a la región del Biobío. De las 270 indicaciones, resulta que 211 eran idénticas al documento llamado “Informe Técnico Jurídico sobre el proyecto Ley de Pesca 16500-21” presentado al Congreso por Sonapesca el 2 de mayo. Otras 41 indicaciones presentaban del Diputado Bobadilla según informo Ciper presentaba leves diferencias de redacción con el documento de la multigremial.
En la tramitación de una ley solo pueden presentar indicaciones el poder ejecutivo y los parlamentarios, el resto de la Sociedad puede presentar documentos, esgrimir razones, utilizar todos los elementos que norma la ley del lobby para convencer a quienes legislan de que los argumentos son los correctos. Lo sucedido en este caso parece mas bien una trampa, una especie de desvío buscando el camino corto, mas que la honesta y real intención de un parlamentario por representar a su sector.
En las Escuelas de Periodismo cuando un alumno copia un texto literal y no lo cita, le llamamos plagio y es una de las faltas más graves que puede cometer un estudiante...aquí ocurrió algo similar.
Hay que tomarse en serio esta tramitación, no nos podemos dar el lujo de jugar con los puestos de trabajo de miles de chilenos que viven de nuestro mar.
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