UdeC envió tres mil dosis de Interferón a Recoleta sin autorización del ISP
Un cumulo de antecedentes reveló la Fiscalía Centro Norte en medio de la formalización de cargos contra el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, una parte de ellos vinculado al convenio entre la Achifarp y la Universidad de Concepción.
Entre estos antecedentes se conoció que la casa de estudios penquista remitió tres mil dosis de Interferón, como parte de este convenio, sin la correspondiente autorización del ISP, 1.300 de estas dosis, se encuentran respaldadas en dos guías de despacho que quedaron en manos de la Municipalidad de Recoleta.
A raíz de la fabricación y posterior distribución de estas dosis, el ISP multó a la UdeC con $18 millones.
La fiscalizadora del ISP, Viviana Vásquez comentó en la investigación que “las autorizaciones de planos no visan producción o elaboración de productos farmacéuticos, tampoco permiten el funcionamiento del laboratorio”.
Su par Carolina Sepúlveda agregó que “esta autorización no permite el funcionamiento, ni la elaboración de productos. Tampoco la comercialización, dado que se trata de productos en investigación. La solicitud de comercialización también debe tener una autorización”.
La fiscal Giovanna Herrera enfatizó en que “la Universidad de Concepción habla de un prototipo para un estudio clínico, pero desde el ISP indicaron que hasta un prototipo requiere de una aprobación por parte de esa institución”.
“La UdeC fabricó 5 mil dosis de Interferón, de las cuales envió 3 mil a Recoleta, esas dosis estuvieron guardadas en bodegas y las mandaron mucho antes de tener los laboratorios. Es por esto, que el ISP sancionó a la UdeC por enviar un producto falsificado”, clarificó.
Uso político
En la investigación que lleva la Fiscalía capitalina declararon dos académicos de la UdeC, que participaron en el proyecto.
Uno de ellos es Nelson Rojas, director programa Innbio, quien indicó que “nosotros teníamos un lugar acondicionado, una vez presentado al ISP se debieron realizar modificaciones, tras la autorización de un plano nuevo, que nos obligaba a hacer reparaciones, y por consiguiente, un aumento en el presupuesto. Nosotros enviamos este presupuesto a la Achifarp durante 2021 y no tuvimos respuesta”.
A su vez, Jorge Toledo, quien estuvo a cargo del proyecto aseveró que “para funcionar como laboratorio farmacéutico requeríamos la autorización sanitaria, pero solo logramos los planos. En 2021, conversé en reiteradas ocasiones con la doctora Chadwick y (Pablo) Lanfranco, sobre el ensayo clínico y la necesidad de remodelar el laboratorio”.
Toledo, también deslizó la existencia de un trasfondo más político, ya que “después nos dimos cuenta que podría existir un tema político, ya que el señor Jadue dijo en los medios de comunicación que existía el medicamento, lo que no era cierto y la Universidad emitió una declaración desmintiéndolo”.
UdeC reconoce que las dosis no se podían usar en humanos
Eso sí, en una declaración publicada en abril de este año por la casa de estudios, se cita una declaración de Nelson Rojas, director ejecutivo de la plataforma Innbio, donde ratifica la entrega de Interferón, pero que no se podían utilizar en humanos.
“Le hicimos entrega de una cantidad de esas dosis a la asociación de farmacias populares con la intención que ellos pudieran constatar que nuestros prototipos están en condiciones de acceder a un ensayo clínico, pero bajo ningún motivo esas dosis pueden ser utilizadas para personas sin antes pasar por un proceso de ensayo clínico y sin antes contar con la autorización del Instituto de Salud Pública para esto”, dijo.
Mientras que el consejero y presidente del Comité Penal del CDE, Daniel Martorell, fue claro en que "si la UdeC entregó dosis como prototipos, el alcalde Jadue debería estar en condiciones de saber que eso no estaba condiciones para ser utilizada. En Interferón hay un engaño al concejo municipal para obtener los recursos del convenio”
Bajo este escenario, la vicerrectora de investigación, Andrea Rodríguez indicó que “la Universidad de Concepción siempre estuvo consciente de que no tenía un laboratorio apto para generar un producto farmacéutico, lo que se produjo fue un compuesto para la realización de diversos análisis. Prueba de ello es que justamente la Universidad estipuló entre los hitos del convenio el cumplir con las especificaciones del ISP para realizar la producción".
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