Región del Biobío es la segunda del país con más niñas, niños y adolescentes muertos por disparos en la última década
Fotografía: Contexto | Archivo | Agencia UNO

Región del Biobío es la segunda del país con más niñas, niños y adolescentes muertos por disparos en la última década


Por Mario Saavedra | 13 Abril 2024 08:51
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El Biobío es la segunda región en la que más niñas, niños y adolescentes (NNA) han muerto por armas de fuego en la última década en Chile, según un reciente informe publicado por la Fundación País Seguro. La mayoría de los casos de la zona han ocurrido en la intercomuna del Gran Concepción.

En la Región Metropolitana han muerto 110 niños durante los últimos diez años por impactos de proyectil. Le sigue la Región del Biobío con 27 víctimas. En esta última zona, la comuna en la que se han registrado más muertes de menores por armas de fuego son San Pedro de la Paz (6), Coronel (4) y Los Ángeles (4).

Muertes de niñas, niños y adolescentes que conmocionaron a la Región del Biobío

Existen casos que han conmocionado profundamente a la comunidad de la Región del Biobío, donde niños y niñas han perdido la vida por impactos de proyectiles en balaceras dirigidas a sus hogares, a pesar de no tener ninguna implicación en las disputas que desencadenaron los ataques.

Se recuerdan especialmente dos casos ocurridos durante los últimos años: en septiembre de 2017, un niño de 12 años fue víctima de un proyectil mientras dormía en su casa en Villa Los Presidentes de Chiguayante. Allí sujetos dispararon repetidamente contra la vivienda. En noviembre de 2022, una niña de 11 años murió tras ser alcanzada por un disparo desde un vehículo afuera de su casa en la población Armando Alarcón del Canto en Hualpén. La pequeña, en completa inocencia, se encontraba frente a su computador.

Otros casos que han impactado a nivel regional involucran a adolescentes, también menores de edad, que han sido abatidos en plena vía pública. En marzo de 2019, un joven de 17 años fue atacado en la cabeza con un disparo en la población Nuevo Amanecer de Coronel. También se recuerda el asesinato de otro menor de la misma edad en noviembre de 2022, fuera de su edificio en el sector El Solar de Hualpén. Fue acribillado con múltiples disparos. Estos eventos han dejado una profunda huella en la ciudadanía.

Uno de los casos más recordados ocurrió en Hualpén, en noviembre del 2022.

Defensoría de la Niñez y acciones frente a la crisis de seguridad que afecta a niñas, niños y adolescentes en la Región del Biobío

En este contexto alarmante, el Defensor de la Niñez, Anuar Quesille, planteó que “los datos provenientes de la Fundación País Seguro dan cuenta de que, ante la crisis de seguridad que vive actualmente el país, los niños, niñas y adolescentes son uno de los grupos más afectados”. Enfatizó en la necesidad de abordar la violencia con urgencia y de manera integral.

Afirmó que se han tomado acciones judiciales y que se busca trabajar con el Gobierno. Esto último para abordar, en conjunto, una serie de medidas. Estas buscan garantizar barrios y entornos seguros; mejorar las condiciones de acceso a derechos sociales como educación, salud y vivienda. Junto a lo anterior, promover que el sistema de justicia actúe con pertinencia. Aseguró que, lo más importante, es devolver los territorios a los niños, niñas y adolescentes.

Quesille dijo esperar que esta colaboración genere soluciones concretas en un corto plazo. Y es que la problemática que queda aún más en evidencia al revisar las cifras de menores que han muerto víctimas de ataques con armas de fuego.

SABES consultó por la impactante cifra a Defensoría de la Niñez.

Investigador de la UDD analiza problemática de seguridad en la Región del Biobío

SABES consultó por la problemática de seguridad que afecta a niñas, niños y adolescentes, y que queda en evidencia con cifras, a Hugo Contreras, investigador del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno UDD (Universidad del Desarrollo).

Antes de analizar que la Región del Biobío sea la segunda a nivel nacional con muertes de menores de edad por armas de fuego, el académico explicó que “la delincuencia presenta una relación entre el tamaño de la población de un territorio y los delitos que ahí ocurren. La Región Metropolitana, de Valparaíso y Biobío (en orden), son las de mayor población en nuestro país”.

Hugo Contreras agregó que, “de acuerdo a registros del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecretaría de Prevención del Delito, en los últimos años, la Región del Biobío es la que presenta, después de la Metropolitana y de Valparaíso, las mayores frecuencias de Delitos de Mayor Connotación Social. La misma posición ocupa la Región del Biobío en homicidios, así como para los delitos relacionados al porte de armas. Por lo tanto, hay una relación con el tamaño poblacional de la región, con sus frecuencias de delitos”.

Contextos en los que ocurrirían las muertes de niñas, niños y adolescentes por armas de fuego

El investigador del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno UDD planteó que, el “que la Región del Biobío sea la segunda en frecuencia de niños, niñas y adolescentes a causa de armas de fuego podría estar relacionado a las mayores frecuencias de homicidios”. Explicó que “estas muertes podrían verse en dos contextos”.

Respecto al primero, expuso que podrían ser “efectos colaterales de un delito, enfrentamientos o ajustes de cuentas, dado que se han observado muertes de menores por alcance de balas, no siendo ellos los destinatarios de estas”.

El segundo contexto, indicó Contreras, sería “el aumento en la participación de jóvenes en bandas delictuales y/o organizadas, así como de su poder de fuego (porte de armas), donde se han observado muertes por enfrentamientos o ajustes de cuentas donde jóvenes menores de edad se enfrentan y si son los destinatarios del proyectil”.


Ambos contextos señalados por el investigador coinciden con los casos más recordados, durante los últimos años, en la Región del Biobío.

Lo expuesto en este reportaje presenta un desafío crucial para la seguridad pública y resalta la urgencia de abordar las causas subyacentes. Es necesario trabajar en soluciones integrales que involucren a la comunidad, las autoridades y otros actores relevantes. Todo esto para prevenir tragedias y construir un entorno más seguro para todos, en especial para las niñas, niños y adolescentes.

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