4 mil estudiantes sin clases por robo de cables: Autoridades analizan crimen organizado tras el hecho
Alrededor de 4 mil estudiantes de 19 colegios en 3 comunas del Biobío se encuentran sin clases a raíz del robo de cables del tendido eléctrico, ocurrido la tarde del sábado.
Se trata de recintos educacionales municipales y particulares subvencionados de las comunas de San Rosendo, Laja y Santa Juana, quienes debieron suspender sus actividades a raíz de la interrupción en el servicio eléctrico, lo anterior impide la concreción de clases y la entrega de alimentación.
El seremi de Educación, Carlos Benedetti, explicó que “es un tema que vamos a analizar, por ahora existe una situación de caso fortuito, ajeno a la voluntad del sostenedor y por tanto tramitaremos en concordancia lo que corresponde hacer. Lo que es nuestra prioridad es que nuestros alumnos reciban la alimentación, en este caso, una colación fría, y eso será prioritario”.
En tanto, la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, fue más allá, ya que “vivimos esta situación de los cortes de energía eléctrica no sólo por el robo de cables, nosotros tenemos permanentemente cortes de energía eléctrica. Ahora en el robo de cables nosotros tenemos un criterio que tenemos con el abogado del municipio que es distinto al que tiene la empresa y parece que es distinto al que tienen las autoridades. No podemos permitir que nuestros niños salgan temprano a unas clases que no se van a realizar”.
Crimen organizado
Pero este hecho va más allá y genera la preocupación en las autoridades y en la propia empresa eléctrica, ya que hay un alza en estos ilícitos.
Christian Weishaupt, gerente de Zona Sur de Transelec, detalló que “el robo de este fin de semana es uno de los mayores registrados en nuestro país en el último tiempo, comprometiendo más de 7.000 metros de conductor de cobre de una estratégica línea de alta tensión que provee de servicio a las comunas de Laja, San Rosendo y Santa Juana. Los daños de este robo fueron extremadamente cuantiosos, dejando siete estructuras en el suelo y otras tres con daños diversos”.
El directivo complementó que “este robo, más otros sufridos en los últimos meses, en la misma línea de Charrua-Laja, nos muestra no solo el actuar delictivo de algunas bandas dedicadas al robo de conductor, sino que también la urgente necesidad de reforzar el sistema de transmisión de la zona”.
Desde el gobierno, la delegada presidencial Daniela Dresdner apuntó a que “estamos hablando del robo de cables más grande que hemos visto en la Región del Biobío y que fue realizado en una zona extremadamente rural entre Cabrero y Laja. Son complejos porque las líneas de cable atraviesan toda la región en los distintos caminos de distintos tipos de ruralidad. El encontrarlos en flagrancia es algo bastante difícil. Sin embargo, aquí hay un trabajo que se inicia a continuación de un robo de estas características que tiene que ver con la fiscalización de las chatarrerías”.
A raíz de estos hechos, desde la Fiscalía se abrió un equipo foco. El fiscal Micheangelo Bianchi aseveró que “un aumento considerable en cuanto al número de denuncias, principalmente radicados en la Provincia del Bíobío. Comunas de Cabrero y Laja son las que tienen los más altos índices de comisión de ese tipo de delitos”.
“Este foco investigativo va a la persecución penal principalmente de los delitos asociados al robo de cables, tales como la receptación, la comercialización ilícita del cable, las eventuales asociaciones ilícitas que pudiesen existir detrás de aquello y eventualmente el crimen organizado o agrupaciones delictuales que estén lucrando con esta actividad delictual”, cerró el persecutor.
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