El legado del rock 'n' roll de Los Tres en Sudamérica
Fotografía: Cedida

El legado del rock 'n' roll de Los Tres en Sudamérica


Por Alvaro Sandoval | 01 Abril 2024 14:05
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Con más de tres décadas sobre los escenarios, la influencia de Los Tres logró traspasar las fronteras de Chile para integrarse al sonido del denominado rock latinoamericano desde la década de los 90. Esta posición solo la ha logrado un puñado de influyentes bandas de la región como Soda Stereo, Los Prisioneros, Los Fabulosos Cadillacs o Aterciopelados.

La agrupación encabezada por Álvaro Henríquez logró posicionarse con fuerza tanto por sus potentes letras como por sus guitarras y bajos, así como por una batería sin igual, instrumentos que se hicieron receptores de una tradición de rock ‘n’ roll, blues y rock sin comparación. Con esto también se hicieron embajadores de la tradición nacional en base a popularizar los clásicos sonidos chilenos de la cueca y otras expresiones tradicionales.

Desde el lanzamiento de su álbum homónimo allá por el verano de 1991, el cuarteto fue uno de los nombres chilenos que supo aparecer en escenarios locales e internacionales, manteniendo así el nombre del país en la palestra durante toda una década.

El hito del Unplugged

Tras dejar una importante huella en su natal Concepción y luego en el resto del país con clásicos como "Un amor violento" o "He barrido el sol", la música de Los Tres siguió avanzando por el resto de los países de Sudamérica.

En tiempos previos a la masificación del internet, donde todavía se compartían cintas de cassette grabadas de manera artesanal, la agrupación llegó a oídos de seguidores de Argentina rápidamente. Luego fueron otros países, como Perú y Colombia, a los que llegaron a mediados de los 90 junto a las canciones de La espada & la pared.

Esta creciente popularidad se vio coronada con la grabación en vivo de Los Tres MTV Unplugged, show desenchufado que se realizó en 1996 y que quedó en la historia como el primero de su tipo realizado por una agrupación chilena y completamente desenchufado. En sólo tres meses se convirtió en cuádruple disco de platino, siendo el disco de mejor venta en Chile de ese año con más de 150.000 copias.

Registrado a pocos meses del fallecimiento del icónico Roberto Parra, la agrupación aprovechó aquel escenario para homenajearlo con la interpretación de cuecas como "El arrepentido" y "La vida que yo he pasado", las que se sumaron a su ya clásico hit "Quién es la que viene ahí" cargado al foxtrot. De este también se desprende su single “Traje desastre”, canción que hizo su debut en este álbum.

Esta combinación de rock con música tradicional chilena fue muy bien recibida en el resto de los países de Sudamérica, quienes también destacaron el hecho de conseguir un registro conseguido previamente por Soda Stereo o Los Fabulosos Cadillacs.

Los Tres en México: una segunda casa

Ya con el mercado nacional a sus pies, Henríquez y compañía aprovecharon el impulso del Unplugged para consolidar su presencia en América del Norte. Para promocionarlo, se agendaron largas giras por México y Estados Unidos, consiguiendo un éxito no muchas veces visto para un grupo surgido en lo profundo del cono sur.

Es precisamente en el país azteca donde aprovecharon de echar raíces. Escenarios de grandes ciudades como Guadalajara, Monterrey y Puebla vieron la música de Los Tres, convirtiéndose en influencia de grandes agrupaciones como Café Tacvba.

De hecho, no es misterio la importancia que tienen los nacionales para el conjunto liderado por Rubén Albarrán. Ellos, a comienzos de los 2000, les entregaron su propio reconocimiento con la grabación del EP Vale Callampa, trabajo donde reversionaron cuatro de las canciones más populares de la banda: "Déjate caer", "Olor a gas", "Un amor violento" y "Tírate".

Con esto no solamente quedaron dentro de la historia de Café Tacvba, sino que también de numerosas bandas influenciadas por ellos como sus connacionales de Zoé o Kinky, además de otros actos sudamericanos como Babasónicos o Monsieur Periné.

Esta relación se profundizó más con el lanzamiento de su álbum Fome (1997), disco que los llevó a uno de los escenarios más importantes de México con su participación en el Festival Vive Latino realizado en el Foro Sol en 1998, uno que visitarían nuevamente en el año 2006 con gran éxito.

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