Salud mental en Chile: una asignatura pendiente
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud se establece que cerca de un 25% de las personas en Chile estarían afectas a problemas vinculados a salud mental. A nivel mundial, la OMS indica que son más de mil millones las personas con problemas en esta materia.
La primera tentación, al ver el porcentaje de personas en Chile, de seguro es a bajarle el perfil con afirmaciones del tipo “no es para tanto” y otras así. Sin embargo, les puedo asegurar que son muchas las personas que callan, por temor y no ser víctimas de la condena social, que sufren algún tipo de enfermedad asociada a problemas de salud mental, una cuestión fundamental de nuestro bienestar general y, que desafortunadamente, es frecuentemente descuidado o ignorado.
Por esta razón en nuestra Academia Digital de Psicología y Aprendizaje (ADIPA) ya estamos organizando lo que será el encuentro más grande en la historia de la psicología en Chile. Para el 15 de junio de 2024, en el Centro de Eventos CentroParque, esperamos llevar a cabo el Primer Congreso en Psicología Clínica en Trauma Complejo.
Pareciera que, como país y sociedad, aún no dimensionamos ni entendemos la importancia de cuidar nuestra salud mental, una cuestión crucial para garantizar un bienestar general, y una vida plena. Nos permite tener una buena calidad de vida, mantener relaciones saludables, ser productivos, y contribuir positivamente a la sociedad. Todos debemos tomar medidas para priorizar y cuidar nuestra salud mental, ya sea a través de la búsqueda de apoyo profesional, la adopción de prácticas de autocuidado, o la promoción de un entorno que valore y fomente la salud mental.
Su importancia es tal que, en los últimos años, hemos observado un aumento significativo en la prevalencia de problemas asociados a salud mental en Chile. Esto incluye problemas como la depresión, la ansiedad, y el estrés. Este creciente aumento, cuestiona los actuales parámetros estructurales de la sociedad.
Desde esta tribuna, con el mayor respeto y también compromiso, hago un llamado a que pasemos de lo reactivo a lo proactivo, con estrategias para promover la prevención, la detección temprana, una educación orientada a la vida en comunidad, el acceso equitativo a los servicios de salud mental, y la formación de profesionales de la salud capacitados en esta área.
Que la salud mental no siga siendo una asignatura pendiente, sino un tema del cual no sólo ponemos a la ciudadanía en el centro, sino también nos hacemos cargo con responsabilidad y de manera colaborativa, conociendo los territorios, las personas y sus problemáticas.