Agroceler estrena tecnología para fortalecer la agricultura en el Biobío
En Negrete se concretó la entrega de tecnología que apoyará a la agricultura familiar del Biobío. Agroceler estrenó un robot, un sistema de riego eficiente y drones que mejoran la calidad de los cultivos de berries e incluso podrían combatir la amenaza del fuego.
Este proyecto inició el 2019 con financiamiento del Gobierno Regional, siendo ejecutado por profesionales de la Universidad Andrés Bello (UNAB). Estos notaron que, dentro de los productores medianos y pequeños, quienes mayoritariamente cultivan para el consumo local, existe una baja formalización.
Otros desafíos son la falta de mano de obra en los predios, el manejo eficiente del agua, el cambio climático y los incendios en la octava región. Para superar esto y romper la venta estacional de frutos rojos, el programa les traspasará un rover M200, sensores de condiciones climáticas y drones.
Según explicó el director del programa, Alejandro San Martín, “está hecho especialmente para asperjar, ya sea fertilizante o bien para retardantes de fuego. Algo muy importante que ha sido relevado después de los incendios del año pasado”.
Asimismo, el agricultor y dueño de AgroBerries, Edgardo Hidalgo, señaló que estas medidas “son importantes ahora que el agua es escasa. Tener el control de cuánta se usa, y de cuánto producto fertilizante, porque son caros, nos va a servir mucho”.
“Para no emigrar a la ciudad”: Proyecto apoya la fruticultura campesina
Como un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R), Agroceler recibió $696 millones del Gobierno Regional del Biobío, además de $80 millones de inversión de la UNAB.
Desde su inicio en el 2019, Agroceler ha conectado con 200 fruticultores de berries en siete comunas a través de dos etapas. Primero identificaron las problemáticas de la producción, como la gestión de huertos y la amenaza de incendios forestales.
El director del programa indicó que “se notó que los agricultores estaban separados y muchas veces no formalizados. Venden sus productos en la orilla del camino, sin dar boletas y con ningún registro sanitario. Entonces una de las grandes líneas del proyecto es lograr la formalización de un mayor número de los productos. Y también asociarlos en cooperativas agrícolas o en otro tipo de empresas familiares campesinas”.
La segunda etapa busca poner en uso la tecnología desarrollada. En Negrete se concretó una inauguración simbólica con Edgardo Hidalgo, uno de los agricultores formalizados que ya está usando los sensores climáticos en sus cultivos de frambuesas.
El vecino del sector El Agro y dueño de AgroBerries SPA declaró que “se agradece mucho que la agricultura familiar campesina se trate de salvar. Porque ya no hay gente que quiera trabajar en el campo, lo hacemos entre la familia. Si están los equipos tecnológicos, se agradece que nos sigan apoyando para no emigrar a la ciudad”.
Por su lado, el representante del gore en la provincia del Biobío, Esteban Concha, comentó que “es del interés del gobernador fomentar la agricultura que nos da alimento a toda la región. Apoyar, como decía el vecino, a la agricultura campesina familiar”. El trabajo de Agroceler se extiende por Hualqui, Yumbel, Florida, Cabrero, Santa Juana, Nacimiento y Negrete. A través de la organización en cooperativas, planean traspasar estas herramientas para su uso compartido.
Tecnología sencilla e intuitiva: Robot, drones y sensores apoyarán a agricultores del Biobío
A lo largo del programa, Agroceler habilitó elementos como el sistema de sensores para huertos, que mide humedad, temperatura y caudal de riego. Estos se reparten entre las hileras del cultivo y captan las señales climáticas.
Así recogen datos que son visibles en una aplicación para smartphones. El director del proyecto explicó que “con eso el agricultor puede tomar decisiones de cuándo regar, cuánto regar y tener conciencia de cuánta agua está ocupando. Eventualmente, si hubiera problemas de agua, como se prevé que puedan haber en las próximas décadas, tomar decisiones de regar alternadamente las distintas líneas. Hacer una gestión, un manejo de su agua.”.
Por su lado, el rover m200 es un pequeño tanque agrícola con 200 litros de capacidad. Sobre este, el encargado de operaciones de Agroceler, Raúl Sánchez, compartió que sirve para fumigar y fertilizar, “estamos en una etapa de prueba con la spirulina. También se pueden aplicar agroquímicos y vamos a hacer un plan piloto con retardantes (de fuego)”.
Asimismo, el ingeniero señaló que “lo entretenido (…) es que hace la ruta una sola vez, guarda esto en la plataforma y después con el celular repite y repite”.
Un trabajo similar, desde el cielo, realizan los drones, que también pueden ser equipados con líquido para inhibir las llamas.
Los fruticultores serán capacitados para controlar y reparar las máquinas, ya que “si pueden armar literalmente un tractor, esto no tiene mayor complejidad”, concluyó Sánchez. Durante la muestra, Hidalgo aprendió a manejar el control del rover para asperjar fertilizante orgánico de spirulina sobre las frambuesas.
Concluye a mediados del 2024: El impacto de Agroceler en los agricultores del Biobío
Aunque a mediados del 2024 finaliza la segunda etapa de Agroceler, los profesionales de la UNAB trabajan para apoyar a largo plazo a los agricultores del Biobío.
“Estamos en este momento en plena compra de equipamiento para instalar las líneas de producción de aguas saborizadas, de jugo y de unos snacks tipo barra de cereal en base a sus berries”, anticipó San Martín. Esto permitiría que reciban ingresos durante todo el año y no solo en la temporada estival.
También quieren implementar un brazo hidráulico para evaluar la calidad de las frutas. “Con cámaras determinadas pueden decir en qué nivel de madurez está la fruta y si corresponde o no tomarla. O si esta fruta es buena para venderla en fresco, para hacerla jugo o para otra cosa. De manera de aprovechar todas nuestras frutas y no tener pérdidas”, añadió el director.
La consejera regional Ivania Rojas celebró este trabajo. “La tecnología no solamente uno la tiene que ver en las grandes ciudades. También se puede ocupar con los agricultores (…) La tecnología nos sorprende con este tipo de robot, que ayuda a que lo que puedan cosechar, lo puedan vender con mejor calidad y llegar a nuestras mesas” concluyó la core del Biobío.
Hidalgo es parte de los 200 fruticultores que accederán a las herramientas entregadas por Agroceler. De esta forma, fortaleciendo el rubro agrícola y fomentando la producción regional de berries.
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