Expertos UdeC irán al rescate de las cerezas Corazón de Paloma en Quillón
Un poco más tarde de lo habitual inició la cosecha de cerezas en Quillón, más específicamente, de Corazón de Paloma, variedad que se caracteriza por ser la más abundante en la comuna y la más antigua en Chile, con una data que se remonta a tiempos de la Colonia.
Hasta hace algunos años eran las cerezas por excelencia en Quillón. Sin embargo, con el tiempo se fue desvalorizando, siendo relegada casi a la venta obligada para la agroindustria. Lo que queda se vende en fresco, siempre y cuando los mercados locales no los irrumpan variedades extra dulces de la zona central.
Años de malas cosechas, precios mínimos de compra impuestos por intermediarios y la proliferación de variedades de exportación, han obligado a los productores cereceros a tomar decisiones drásticas. Tales como cambiar de rubro o de tipo de cereza, prefiriendo las de mejores probabilidades de comercialización en el extranjero.
El encargado de Desarrollo Rural de la Municipalidad de Quillón, Jorge Esparza, señaló que en el 2022 “quedaron en planta entre el 60-70% de cerezas sin cosechar. Esto por el bajo precio y lo otro es que la empresa que las compra de la agroindustria, vino por dos semanas”.
“Viendo todo ese panorama es que se hizo el convenio con la Universidad de Concepción. Para sacar los atributos buenos de la cereza Corazón de Paloma y cómo poder alargar su vida post cosecha, que es el atributo malo que tiene”, sostuvo.
Es por esto que un grupo de investigadores, los cuales están bajo el mando del académico de la Facultad de Agronomía de la UdeC, Dr. Richard Bastías, se encuentran estudiando distintos aspectos de la cereza Corazón de Paloma para ir en su rescate. Esta también se conoce como Napoleón o Cristobalina.
El objetivo es reimpulsar la producción de dicha variedad, generando un sello distintivo relacionado a un manejo más sustentable de los cultivos. Además del mejoramiento de la calidad del fruto, que se podría potenciar como exportación hacia mercados específicos como Japón y otros países que demandan en gran medida las variedades bicolores.
El doctor Bastías explicó que “este es un cultivar (cerezas) donde ya hay muy pocos huertos en Chile de cereza Corazón de Paloma. Antes de los años '70 era la principal cereza que se consumía en Chile, en todas las casas es la más recordada. Pero dado que se introdujeron nuevos cultivares, quedan muy pocos huertos de Corazón de Paloma en el país y por eso hablamos de rescate”.
Números que avalan
En Quillón existen aproximadamente 200 productores cereceros, que abarcan una superficie cercana a las 430 hectáreas plantadas. De ese total, el 43% corresponde a cereza Napoleón, que en su mayoría se desarrolla en laderas de cerros. Siendo de difícil acceso y con un manejo de poca agua, lo que termina formando un fruto de características especiales.
Bastías mencionó que los métodos de producción de la cereza Corazón de Paloma son “bastante más limpios. Porque se aplican muy pocos productos químicos para el control de enfermedades y plagas. Esta cereza tiene una pulpa amarilla y eso le da una característica nutricional alta en contenido de carotenoides, que son compuestos importantes para la salud”.
Los profesionales de la Oficina de Desarrollo Económico Local (Odel), y productores cereceros se instalarán en la Diagonal Pedro Aguirre Cerda de Concepción con una Feria de la Cereza Paloma el 15, 19 y 21 de diciembre. Ahí, se promoverán las bondades que ofrece dicha fruta a sus consumidores.
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