Encuesta UNAB: Más de la mitad de los habitantes del Gran Concepción no están de acuerdo con que desaparezcan las Isapres
El 65% de los habitantes del Gran Concepción no está de acuerdo con que las Isapres desaparezcan, mientras que un 30% sí lo apoya, así lo indica la Encuesta Nacional de Salud (ENS), realizada por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello en colaboración con Ipsos.
Con un 4,3 los habitantes evaluaron al sistema de salud chileno en general. Este aumento en la valoración logró revertir una de las peores caídas exhibidas por este indicador en la zona, cuando en 2021 promedió 3,8 y marcó un alza respecto de 2022 (4,1).
El resultado a nivel local sigue la tendencia de lo ocurrido a nivel nacional, donde el promedio entre las tres regiones abarcadas, Metropolitana, Valparaíso y Biobío fue de 4,2.
El director del Instituto de Salud Pública UNAB, Héctor Sánchez, explicó que “este 2023 registró una mejora en los índices tanto de percepción de calidad como de satisfacción de los usuarios respecto del sistema de salud al cual asisten. Esto se ha notado a nivel nacional, y, por cierto, de manera más evidente en la Región del Biobío”.
Lo anterior, se asocia a que “venimos saliendo de un periodo de restricciones para atenderse debido a la pandemia; en segundo lugar, a un esfuerzo por parte del sistema de salud para mejorar la calidad de los servicios por parte de los profesionales médicos, enfermeras y enfermeros, auxiliares y el personal de salud en general, lo cual se ve plasmado en las evaluaciones”.
Sin embargo, hay una variable que no ha cambiado en el sistema público y que dice relación con los tiempos de espera, que siguen siendo el gran dolor del sistema de salud en el Gran Concepción y en el país. Es aquí donde las autoridades van a tener que colocar un gran esfuerzo para lograr que se produzcan mejoras sustanciales. En el caso del sistema privado, el gran problema tiene que ver con los costos de la salud”. Al igual que en 2022, los usuarios evaluaron con nota 2,7 los tiempos de espera para recibir atención médica.
En el lado positivo, la infraestructura, la atención del personal como enfermeras y de los médicos obtuvieron nota igual o superior a 6,0, registrando diferencias de entre 0,7 décimas y 1 punto respecto de la versión anterior de la ENS UNAB.
La encuesta abordó en el Biobío a 465 personas de 18 años a 85 años, pertenecientes a los distintos grupos socioeconómicos. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 12 de julio al 7 de agosto de 2023 en las comunas de Concepción, Talcahuano, Hualpén, Tomé, San Pedro de la Paz y Chiguayante. Allí, el 82% de los consultados pertenecía a Fonasa y solo el 15% a Isapre.
Gasto actual y futuro en salud
En cuanto a la percepción del gasto en salud, 70% de los habitantes del Gran Concepción considera que su gasto actual en salud aumentó y 72% prevé que se incrementará todavía más a futuro.
En términos de la percepción de cobertura y protección financiera del plan de salud, la mitad de la población dijo sentirse nada o muy poco protegido por su plan de salud con su gasto de salud actual y el 78% estimó que el grueso de los chilenos no se siente protegido.
Para el académico UNAB, la encuesta es una radiografía de la crisis que se está experimentado el sistema de salud chileno, ya que “hay una sensación de que el costo que se paga por cuidar la salud es muy alto y porque los tiempos de espera siguen siendo uno de los problemas más graves del sistema público, por lo que es difícil entender las políticas orientadas a fomentar que las personas se trasladen al sector público y, por otro lado, la resistencia de comprar a privados servicios para disminuir las listas de espera”.
Crisis de las Isapres
En la Región del Biobío, el 82% de la población pertenece a Fonasa y 15% a Isapres, el 3% restante está afiliado a otros sistemas o no cuenta con uno. Las cifran se han visto modificadas producto de la migración entre sistemas. De acuerdo con la última versión de esta encuesta, 14% se ha movido desde Isapre a Fonasa y 6% en sentido contrario. El 80% ha mantenido su preferencia.
Sánchez estima que existen dos razones que explican esta migración. “La primera está asociada a la situación económica del país y el empleo. Cada vez que el país tiene bajo crecimiento económico y una alta tasa de desempleo, se produce una migración natural de personas desde las Isapres a Fonasa, si bien con posterioridad vuelven a las aseguradoras privadas. La segunda vertiente tiene que ver con la crisis que está viviendo el sistema, debido a los altos costos y fallos judiciales respecto de la tabla de factores de riesgo y respecto de la prima GES que han generado una inestabilidad en el sector salud, principalmente asegurador, que hace que las personas se sientan inseguras en el caso del sector privado y, por lo tanto, migran a Fonasa”.
Las personas que migran son fundamentalmente “aquellas con mayores ingresos y los más jóvenes, es decir, aquellos que les es muy caro atenderse en un sistema que prácticamente no utilizan o tienen una demanda ambulatoria en la que Fonasa les da una buena respuesta. Allí, además se sienten más seguros en caso de tener una situación laboral inestable o perder el empleo. En cambio, quienes se quedan en el sistema privado son las personas que tienen mayor siniestralidad, los enfermos crónicos, la población de mayor edad ya que, en definitiva, sabe que demanda servicios de salud de alto costo como hospitalización, cirugías y procedimientos hospitalarios que tienen mejor cobertura en el sector privado”.
Las cifras dan cuenta, además, de que un 13% de los afiliados a Isapres se han querellado contra su prestadora por el alza del precio de su plan, que explica en parte la crisis que experimenta el sector privado.
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