¿Qué esperar para una urgente reactivación?: 25 medidas para impulsar la economía
Un retroceso del 0,5% experimentaría el sector construcción en 2024, de acuerdo a estimaciones de la CChC a nivel nacional. La situación proyectada para la industria merece una mirada de alerta, teniendo en cuenta que el rubro es uno de los motores de la economía y una fuente de empleo para el país.
En la Región, las señales de este deterioro son claras: los permisos de construcción, uno de los indicadores claves de la actividad, están en el nivel más bajo de los últimos 30 años. En material laboral, se estima la pérdida de unos 20 mil empleos para el primer semestre del próximo año, debido a la falta de inversiones.
En este contexto, sabemos que el panorama internacional no es más auspicioso y se suma a los factores internos que mantienen a nuestra economía visiblemente estancada, con un PIB que sólo crece en promedio un 1,9% en la última década.
En nuestro sector, todos estos factores hacen que las empresas locales sean las más expuestas a situaciones extremas, como la reorganización o la quiebra, pues, en su mayoría, se trata de pymes y medianas y no de grandes conglomerados capaces, de resistir estos y otros vaivenes económicos.
Ante este escenario, la CChC Concepción ha realizado esfuerzos para socializar con autoridades regionales, parlamentarios, ministros y otros gremios, como el reciente encuentro con dirigentes de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), una agenda con 25 medidas que apuntan a recuperar el crecimiento económico, el empleo y a facilitar el acceso a la vivienda.
Las propuestas abordan las áreas de infraestructura y vivienda, además de otros ejes transversales. Entre los principales planteamientos, se propone acelerar las relicitaciones y licitaciones de infraestructura pública con presupuestos actualizados y potenciar y ampliar el sistema de concesiones.
Para reactivar el ámbito de la vivienda, entre las medidas se contemplan ampliar la garantía estatal al pie de los créditos hipotecarios; generar incentivos tributarios transitorios para la compra de viviendas e implementar un IVA diferenciado para la compra de viviendas.
También se apunta a impulsar el acceso al Fogaes para empresas del sector y destrabar situaciones de permisología, como, por ejemplo, en el Consejo de Monumentos Nacionales y la tramitación de proyectos en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental. Además, de agilizar leyes que permitan acelerar la entrega de permisos de edificación.
Creemos que estas ideas se harán realidad si los actores políticos y el sector público están realmente convencidos que el sector privado necesita certezas y de un ambiente favorable que incentive la inversión.
Si no, vemos con preocupación, que la reactivación tardará en llegar y, con ello, el ansiado desarrollo que el país necesita para abordar los innumerables desafíos sociales, donde uno de los principales es la compleja emergencia habitacional.