La historia de "La Rebelde": Alumna del Liceo de Niñas torturada en Estadio de Concepción tras Golpe de Estado
El Estadio Regional de Concepción, actualmente el Ester Roa Rebolledo, fue uno de los centros de detención y tortura más masivos de la Región del Biobío, según consta en el informe Valech. Datos de la Cruz Roja indican que, en octubre de 1973, albergó a 589 detenidos, incluyendo a 44 mujeres. Entre estas últimas, incluso había menores de edad, como lo fue Elizabeth “La Rebelde” Segura, quien, en ese entonces, a sus 16 años, era dirigenta de alumnas del Liceo de Niñas.
Hace poco tiempo, Elizabeth no podía ni mirar hacia el Estadio cuando debía ir al Terminal de Collao o pasar por la Rotonda Bonilla. Y es que, en dicho recinto, ella y el resto de las personas detenidas sufrieron torturas, encierros, golpizas y aún más vejámenes. "En mi caso, fui víctima de un intento de violación que logré resistir… pero todas mis compañeras fueron violadas", rememoró la mujer quien, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, contó su historia a Sabes.cl para mantener viva la memoria colectiva y así evitar que las atrocidades cometidas durante la dictadura vuelvan a ocurrir.
Del Liceo de Niñas a Estadio Regional de Concepción
El 11 de septiembre de 1973, Elizabeth se percató del Golpe de Estado mientras estaba en su sala de clases. Contó que vio las calles llenas de Carabineros desde una ventana. Con la ayuda de docentes, logró llegar a salvo su hogar. Sin embargo, tras cuatro semanas de angustia, la joven tuvo que volver al Liceo de Niñas en donde, finalmente, se concretó su detención.
"En ese entonces tenía 16 años de edad y solía ser del centro de alumnos de mi curso. Aquello no era bien mirado. Nos decían los ‘Upelientos’, ya que estábamos a favor del gobierno de nuestro Presidente Salvador Allende. Ese día, carabineros entraron al liceo y me esperaban en la oficina de la dirección", recordó "La Rebelde".
Añadió que "me llevaron detenida a la comisaría y luego nos sacaron en una camioneta que llevaba, en su parte de atrás, unas bancas de madera como las que suele haber en las iglesias... En ese momento, nunca imaginé que terminaría en el Estadio Regional, un lugar se había construído para los deportes. Allí terminé encerrada en un quiosco, mientras el resto estaba en camarines u otros lugares, siempre rodeados por militares con metralletas".
Torturas y violaciones...
Los hombres detenidos estuvieron siempre separados de las mujeres. Pese a ello, solían escuchar los gritos cada vez que había maltrato. “Nos torturaban cada vez que llamaban a interrogación, vivíamos tremendamente asustados siempre que se llevaban a alguien, porque no sabíamos si íbamos a volver a ver a esa persona porque escuchábamos disparos a la distancia. Además, yo temía sufrir una violación ya que todas mis demás compañeras fueron violadas, todas. En mi caso, fue un intento…”, expresó Elizabeth.
Tras hacer una pausa en su relato, la ex alumna del Liceo de Niñas, decidió continuar con su historia. “¿Por qué a mí no me violaron? Porque en el momento en que lo iban a hacer, pese a estar completamente vendada, pude oír voces de gente más vieja. Mientras rasgaban mi ropa, les dije ‘hagan lo que quieran conmigo, pero piensen que soy su madre o una de sus hijas’. En ese momento, me pegaron y me dejaron botada. Actualmente, los psicólogos que me han tratado, me han dicho que lo que les dije los destruyó. Siento que fue mi sentido de supervivencia”.
Elizabeth permaneció en el Estadio Regional hasta el 24 de enero de 1974. Posteriormente, fue llevada a la Cárcel Chacabuco, en donde actualmente hay un supermercado.
"Nuestros días en el Estadio"
Junto con los maltratos y abusos, los presos políticos también tuvieron que enfrentar hambre e insalubridad. Aquellos que estaban en los quioscos o camarines no tenían acceso a baños ni ropa, y con suerte recibían un pan y una taza de té. Estos detalles se encuentran documentados en el libro "Nuestros días en el Estadio", escrito por la destacada periodista penquista María Eliana Vega Soto. El texto cuenta con los relatos de múltiples ciudadanos que fueron detenidos en el recinto deportivo más grande de Concepción.
De hecho, fue durante el lanzamiento de ese libro cuando Elizabeth "La Rebelde" Segura encontró la fortaleza necesaria para regresar al Estadio Regional de Concepción. Y es que tanto ella como el resto de las mujeres y hombres que padecieron torturas y abusos tras el Golpe de Estado se esfuerzan día a día por preservar sus historias en la conciencia de la ciudadanía. Su objetivo es asegurarse de que tales atrocidades nunca más vuelvan a repetirse.
Finalmente Elizabeth destacó el vínculo que aún mantiene con sus compañeras. "Al igual que ellas, me siento una mujer muy valiente porque estudié, saqué mi carrera, soy educadora de párvulo y educadora diferencial. Con tanta tranca, igual me salí adelante", concluyó la "La Rebelde"
Cabe indicar que tanto Elizabeth Segura, como otras mujeres, participan en la obra de teatro “Mujeres. Memorias. Resistencias”. El montaje se creó para dar a conocer a la comunidad cómo sobrevivieron a los atropellos del régimen militar.
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