Una estatua para el General Prats en Talcahuano

El 2 de febrero de 1915 nació en Talcahuano Carlos Prats González, un militar chileno de conducta intachable, un chorero, que cursó estudios básicos en Talcahuano, y más adelante los estudios medios en el Liceo de Hombres, hoy, Liceo Enrique Molina, en Concepción.

Tempranamente destacó en el ámbito militar, siendo el mejor alumno de su promoción en la Escuela Militar y en la Academia de Guerra, en ambas fue también docente. Un ser humano culto y estudioso de diversas áreas, como Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales, o Sociología, materia en la que cursó un doctorado en Madrid.

Después de una larga y prodigiosa carrera militar, llegó a ser Comandante en Jefe del Ejército chileno, nombrado por el presidente Eduardo Frei Montalva, y ratificado por el presidente Salvador Allende. Su nombramiento fue consecuencia de que un grupo ultraderechista asesinara al anterior comandante en jefe del ejército, René Schneider. En ese cargo, le tocó enfrentar el Tanquetazo del 29 de junio de 1973, un intento de golpe de Estado que fue aplacado siendo Carlos Prats Comandante en Jefe del Ejército, y José Tohá ministro del Interior.

A pocas semanas, el 23 de agosto de 1973, fecha de la que se cumplieron 50 años hace algunos días, y al no poder confirmar la lealtad de sus subordinados, el general Prats renuncia a la Comandancia en jefe del Ejército, asumiendo en su reemplazo Augusto Pinochet, con las consecuencias conocidas por todos.

En su carta de renuncia, dirigida a Salvador Allende, el 23 de agosto, Prats señaló “He soportado con entereza toda clase de ataques, injuriosos, calumniosos e infamantes-provenientes de quienes se empeñan en enervar o derrocar al Gobierno Constitucional que V.E dirige”, a lo que le respondió el presidente dos días después: “El gesto de su renunciamiento, motivado por razones superiores, no es la manifestación de quien se doblega o rinde ante la injusticia, sino que es la proyección de la hombría propia de quien da una nueva muestra de su responsabilidad y fortaleza.”

Luego del Golpe de Estado, Prats viaja a Argentina, fue en aquel país en donde en 1974, fue asesinado de manera cobarde por agentes de la DINA, bajo el mando de Pinochet, que terminaron haciendo estallar su auto, dando muerte a Carlos Prats González y su esposa Sofía Cuthbert.

Así terminó la vida de un general constitucionalista, que respetó la Constitución de 1925, que dio una vida por la legalidad. A raíz de todo esto, es que a mi parecer, en la región del Biobío tenemos una deuda con el general Prats, nuestro coterráneo, a quién no hemos reconocido. Al niño Carlos Prats que paseaba por las calles de Talcahuano, o al adolescente Carlos Prats que iba al Liceo en Concepción.

Probablemente una reflexión similar fue la que llevó en el año 2013 a los ex senadores Camilo Escalona, Guido Girardi, José Antonio Gómez, Juan Pablo Letelier y Alejandro Navarro a presentar una moción en el Senado que autorizaba a erigir un monumento a Carlos Prats González, la que lleva 10 años sin movimiento, a su vez se presentó nuevamente esta idea,

por los senadores José Miguel Insulza, Gastón Saavedra, Paulina Vodanovic y Matías Walker e Isabel Allende.

Parece valioso que un ex senador de Talcahuano, como Alejandro Navarro, y un actual senador y ex alcalde de Talcahuano, como Gastón Saavedra, hayan impulsado esta idea, que también cuenta con el apoyo del actual alcalde Henry Campos, militante de la UDI.

Lamentablemente, otro representante de Talcahuano, el diputado UDI Sergio Bobadilla, se opuso públicamente a esta estatua, y señaló que prefería una estatua a Pinochet. Resulta oprobioso que un representante de Talcahuano se oponga a que un chorero sea reconocido en su ciudad, y sobre todo, que se pueda comparar a un General con Prats con Pinochet, cuando Prats fue todo lo opuesto a Pinochet en todos los ámbitos posibles, Prats fue un militar culto, estudioso, respetuoso de la Constitución, la legalidad, la vida, y los Derechos Humanos.

Schneider y Prats nos llevan a recordar tiempos en que el ejército podía ser sentido como propio por todos los chilenos y las chilenas, y representaban ambos una doctrina democrática, legalista, y profundamente proba, mientras que en los tiempos recientes, muchos de los ex comandantes en jefe del ejército han terminado dando explicaciones a la justicia.

El próximo año, en 2024, se cumplen 50 años del ruin asesinato del General Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, esperemos que esa triste conmemoración sea con un homenaje en su natal Talcahuano, a un hombre del tamaño del general Carlos Prats González.

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