"Lo que vemos es un ecosistema vibrante que apoya el desarrollo": Ministra Aisén Etcheverry y su visión de cómo la Región del Biobío ha ido apostando por la ciencia

La ministra de Ciencia y Tecnología, Aisén Etcheverry, habló sobre cómo ve el hecho de que la Región del Biobío esté apostando en dar oportunidades en la ciencia, con una serie de proyectos.

Por ejemplo, el distrito de Innovación en Salud de la Universidad de Concepción y la articulación entre las Universidades del CRUCH Biobío-Ñuble, que ha derivado en que hayan programas conjuntos como un doctorado en Educación de Inteligencia Artificial.

En diálogo con Sabes.cl, Aisén Etcheverry ahondó en torno a ello, como también en relación a cómo el Estado apoyará a estos proyectos de la zona y cómo hacer visible el talento que existe en la Región del Biobío.

¿Dónde vemos la oportunidad y los desafíos aquí en la Región del Biobío, pensando en que hubo proyectos frustrados como lo fue el Pacyt en la UdeC y que ahora están surgiendo otros?

Yo diría que en ciencia y tecnología no hay proyectos frustrados, son aprendizajes que se hacen, que es parte del ejercicio. Es un aprendizaje en muchos aspectos, con buenos resultados y con algunos no tanto, como ocurre con muchos de los proyectos de investigación que se generan.

Sí quiero resaltar algo y es respecto de las oportunidades que tiene la región. Esta lógica de abrir las universidades, de que las universidades estén conectadas con la ciudadanía, que sean parte de la ciudad, que es un poco la lógica que hay detrás de los parques, es algo que muy virtuoso porque se conecta con algo que es fundamental, que es la idea de desarrollo. Las ciudades, las regiones no se desarrollan si no es de la mano de la ciencia y la tecnología.

Cuando nuestras universidades están abiertas a la comunidad, cuando tenemos a niños de la escuela, viniendo a la universidad, conectándose con lo que sucede, a una universidad preocupada con los desafíos de la región (...) Lo que vemos es un ecosistema que es vibrante y que apoya al desarrollo de la región y eso precisamente es lo que buscamos.

¿Cómo se apoya desde el Estado central porque varios de los proyectos son apoyados con fondos de la Región del Biobío?

Hay harto espalderazo del nivel central. Muchos de los financiamientos de los proyectos de investigación vienen precisamente de fondos de la ANID, que se complementan con los fondos regionales y que es la forma sana de hacerlo. Aquí el esfuerzo en ciencia y tecnología es un esfuerzo del Gobierno central, de la mano de los Gobiernos Regionales y así es como debiera ocurrir en todas las regiones.

Ahora dicho eso, hay un trabajo que estamos haciendo con los rectores (de las universidades de la Región del Biobío), que va por dos lados. Por el lado de la coordinación, que tengamos a tres universidades con sus rectores tan coordinados, que incluso tomaron el desafío de armar un doctorado conjunto que eso no es fácil de hacer y nosotros lo reconocemos como un tremendo valor.

Pero también pensando en cómo fortalecemos las capacidades estructurales en investigación, cómo podemos incorporar más fondos para mantener todo esto. Con laboratorios que tengan investigadores que pueden ser contratados, con nuevas líneas de doctorado que tengan pertinencia regional y eso es parte del esfuerzo que estamos haciendo desde el ministerio en coordinación con nuestras universidades y que evidentemente va a tener un impacto en la región.

¿Cómo se puede trabajar desde el Gobierno para potenciar y atraer el talento a las regiones?

No es solo lo que hacemos hacemos las universidades o el gobierno en ciencia para atraer talento, sino que es un esfuerzo de desarrollo, donde todos los actores tienen que estar convocados. (...) El esfuerzo de generar un ecosistema de ciencia, de atraer talento y de retenerlo es un esfuerzo de desarrollo, no es un esfuerzo solo de ciencia y tecnología.

¿Pero cómo lo hacemos visible?

Con todas estas herramientas, el hecho que las universidades puedan tener la densidad de investigación responde a que ha sido un esfuerzo de desarrollo. El Pacyt atrajo también comunidad que era relevante para generar todo este tipo de cosas. Lo que quiero transmitir es que no hay una varita mágica que resuelvan los problemas, es un sistema y como sistema lo tenemos que considerar como herramienta de desarrollo.

Son distintas las herramientas, es distinto en Concepción que en Aysén, por ejemplo, porque el costo de vida es diferente, la conectividad es distinta y por lo tanto cada región lo es. Por eso son importantes las instancias para definir y diagnosticar cuáles son los desafíos que tiene cada región y a partir de ahí nutrir al Gobierno central en este caso para tomar las mejores medidas para apoyar.