Ñublense sufre un duro traspié en su estreno en la Copa Libertadores frente a Racing
Ñublense armó una gran fiesta en las instalaciones del Estadio Ester Roa de Concepción. Los Diablos Rojos marcaron un hito importante en el fútbol nacional y también en su historia, ya que debutaron en la fase de grupos por la Copa Libertadores ante Racing Club de Avellaneda y, así, reeditaron lo vivido décadas atrás con su participación en la Sudamericana ante el Sport Ancash de Perú.
Sin embargo, en lo futbolístico, Ñublense no se pudo imponer ante la Academia y cayó por un 2-0 ante cerca de 15 mil espectadores, que llegaron al recinto de la Avenida Ignacio Collao para ver a jugadores de primer lugar en todo Sudamérica.
La retaguardia de Ñublense, apenas, duró 16 minutos. El volante paraguayo Matías Rojas aprovechó una recuperación importante en el centro de la cancha y hoy por hoy el mejor jugador de la Academia se despachó un golazo. Más de 60 metros recorrió la pelota lanzada por el guaraní para batir al portero Nicola Pérez, quien no pudo hacer nada y vuelve a repetir errores como hace algunas semanas ante Curicó en el mismo terreno.
En la segunda parte, el eterno jugador peruano Paolo Guerrero, en el minuto 54', fue el que anotó el 2-0 definitivo para el equipo de Avellaneda, que sacó ventajas considerables en lo futbolístico. El Depredador definió con un zurdazo lleno de magia para dejar, otra vez, sin chances a Pérez en la portería de los Diablos Rojos.
Sobre el final, Ñublense lanzó todas las naves y eso casi le trajo algún rédito en la portería del meta de la Selección Chilena, Gabriel Arias. El exjugador de Deportes Concepción, Juan Leiva tuvo un remate importante y el Pato Rubio igualmente jugó sus cartas, aunque sin éxito. Luego, Bayron Oyarzo tuvo otra ocasión en el 75', pero Arias y el palo salvaron la retaguardia chillaneja. Además, cabe destacar que Tomás Avilés igualmente jugó en la visita y Óscar Opazo fue suplente.
En el Grupo A, Ñublense quedó sin puntos y el próximo partido por Copa será en Brasil ante Flamengo en Río de Janeiro.
