¿Queremos igualdad, queremos que las mujeres sean libres o lo queremos todo?: Académica reflexiona en torno al 8M

Según la última encuesta Ipsos, 3 de cada 4 personas en Chile cree que hay desigualdad de género, entendiendo esto como los privilegios que adquiere un grupo sobre otro (generalmente hombres sobre mujeres) en múltiples ámbitos de la vida.

En ese sentido, es importante no olvidar el papel que han jugado distintas mujeres a lo largo del territorio y de la historia de Chile. Desde las machis y Javiera Carrera, pasando por Eloísa Díaz, Gabriela Mistral y hasta Michelle Bachelet, son solo algunas íconos de la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres. Y es que pese a todo lo avanzado, aún queda mucho por resolver.

En ese camino -al igual que en todos los que buscan mejorar la calidad de vida de las personas- existen distintas visiones sobre cómo hacer las cosas. ¿Necesitamos emparejar la cancha o lograr que la cancha no tenga obstáculos? Ambos objetivos pueden ser válidos, pero lo cierto es que el feminismo se mira, estudia y acciona desde esas dos ópticas.

"Todos podemos estar de acuerdo en que se debe mejorar la situación de las mujeres, pero nadie puede apropiarse la propiedad de la causa de la liberación de las mujeres", dice Fernanda García, subdirectora ejecutiva de Faro UDD, el núcleo de humanidades y ciencias sociales de la Universidad del Desarrollo.

De cara a un nuevo Día Internacional de la Mujer, Fernanda García sostiene que "la conmemoración del 8M no es simplemente reclamar o representar lo que todo el mundo sabe, o hacer un diagnóstico en cuanto a que hay brechas en ese sentido, sino también aportar a cuáles son sus causas".

"Las mujeres muchas veces, por elección personal y no necesariamente por una socialización como pretenden algunos feminismos hegemónicos, elegimos el camino de ser madres. Cómo se concilia eso con aspirar a una retribución justa con el trabajo fuera de la casa y, a la vez, cómo asumimos como sociedad el costo social del cuidado de los menores, pero desde una perspectiva positiva porque estamos convencidas de que la sociedad libre es indispensable para empezar a hablar de los derechos de una mujer", señaló la académica.

Al respecto, la subdirectora de Faro afirma que "la causa de la mujer que no es otra cosa que buscar la liberación de la mujer (...) Sin crecimiento, sin libertad, sin democracia, no podemos hablar de feminismo".

Las brechas

Las brechas de género en materia de ingresos, trabajos, labores de cuidado y hasta en los quehaceres del hogar, son reales y complejas. "Es un tema que nos preocupa a todos porque vemos que son algo que no solamente impacta a los ingresos sino también a participación y no solamente en el área pública sino también privada, porque se ha mantenido en el tiempo y no ha ido solucionándose como nosotros quisiéramos", cuenta Fernanda García.

"Los estereotipos van marcando el acceso a las carreras científicas y matemáticas, que son las que más ingresos dan y mayor autonomía, entonces evidentemente son ejercidas por hombres, condicionan a muchas mujeres a seguir un tipo de perfil, un tipo de carrera que en apariencia son las que entregan mayor flexibilidad o compatibilidad con la maternidad, pero en el fondo esto también determina los ingresos", advierte la también abogada.

En esa línea, el fenómeno del techo de cristal es dramático. Según explica García, tiene que ver con que "cada vez más mujeres participan tienen roles relevantes, son profesoras o investigadoras destacadas en la academia, pero algo pasa que cuando llega el momento de determinar quién es el decano o las personas que están a cargo de la tomas de decisiones más relevantes para la comunidad, lamentablemente se sigue generando esa brecha contra la participación femenina que sigue favoreciendo con una proporción que no se corresponde a la integración de los profesores (hombres)".

"Si es que hay una proporción más o menos equilibrada en el cuerpo docente, esa proporción no se refleja en los cargos públicos. Aquí no es que tenga que haber una ley de cuota, pero sí aspiraríamos a que hubiera una mayor correspondencia entre las capacidades y la presencia femenina en la academia y en los cargos de liderazgo", manifestó.

El dilema

De acuerdo a lo que explica Fernanda García, un sector de la sociedad tiene algunos reparos con la forma en que se ha desarrollado el movimiento feminista en Chile.

"Hay un desprestigio de la sociedad, no en toda, pero en parte importante, ya que lo feminista se ha caricaturizado porque ha habido una instrumentalización política muy sostenida. Y por lo tanto se identifica con cierto sector político, que es legítimo, pero no se agota ahí. Nadie puede apropiarse la causa de la libertad de las mujeres. Nosotros queremos abrir esa mirada con distintas visiones políticas", indicó.

Por lo mismo se pregunta: "¿Es posible abogar una igualdad total? ¿Queremos una igualdad total? ¿O queremos que las mujeres sean libres para que desarrollen sus propios proyectos? Es una propuesta de la que Faro se quiere hacer cargo sobre el tema de la mujer pero, sin duda, desde el punto de vista del fundamento".

Según el estudio Ipsos el 68% de los encuestados en Chile cree que las mujeres no alcanzarán la igualdad a menos que los hombres también realicen acciones concretas para ello, mientras que el 73% piensa que hay acciones que pueden llevar a cabo para promover la igualdad.

Sobre la labor docente, la profesora de la Facultad de Derecho UDD recalca que "desde el año pasado estamos impartiendo un ramo que esta disponible para todas las carreras que se llama 'Feminismos y patriarcados', que pretende acercar sin imponer una visión, porque se abordan distintas: el feminismo marxista, el feminismo liberal, el feminismo interseccional, todas las visiones que hay para que la gente y para que nuestros alumnos hablen y emitan opiniones en materia de mujer y derechos de la mujer pero informados".

Al respecto, Fernanda García es clara: "Hay que diagnosticar los problemas de la sociedad pero también entregar soluciones concretas".