Las vivencias y evaluaciones de las alcaldesas del Biobío en este 8M

Décadas han debido pasar para que en el Biobío, las mujeres puedan tener protagonismo, más aún en política. Y en los últimos meses han logrado ganar espacios de poder desde los territorios.

Un reflejo de esto es que en la Región actualmente existen cuatro alcaldesas, siendo que en el periodo anterior, existía esa cifra negra de sólo una jefa comunal en la zona.

Y en estas últimas semanas a raíz de la emergencia por los incendios forestales, tres de ellas tomaron protagonismo y debieron sacar la voz para ser escuchadas en Santiago, para lograr soluciones rápidas y dignas para sus vecinos.

En Sabes.cl conversamos con Elizabeth Maricán, de Arauco; Ivonne Rivas de Tomé y Ana Albornoz de Santa Juana para analizar las lecciones que deja esta emergencia.

-¿Cómo ha sido desde el punto de vista personal para ustedes esta emergencia?

-Elizabeth Maricán (EM): Fue un desafío, una incertidumbre y miedo al principio, pero hoy día una gran oportunidad para poder salir adelante. La verdad es que creo que hemos pasado de todas las etapas en estos 15 días desde que se inicia la emergencia. Pero al menos desde mi mirada lo veo como una mamá que protege a sus hijos frente a cualquier adversidad y cualquier situación es una oportunidad para salir adelante.

-Ivonne Rivas (IR): Fueron momentos de mucho dolor, de mucha angustia, de mucha incertidumbre, pero también sé algo que siento en la vida de ser mujer: ser madre, ese don que nos da Dios de ser madre.  En muchas oportunidades me sentí como madre de todas aquellas personas que lo estaban pasando pésimamente mal. Esta debe ser una gran oportunidad para que todas y todos podamos corregir ciertos errores, pero también para poder mejorar las condiciones de vida de nuestra gente.

-Ana Albornoz (AA): Al iniciar  este este proyecto de gobierno local, habíamos establecido  como primer objetivo visibilizar  la comuna de Santa Juana también desde la mirada de una mujer. Porque es la primera vez que hay una mujer alcaldesa. Queríamos relevar que las mujeres somos fuertes, somos  sensibles frente al dolor, frente al sufrimiento, frente  al sufrimiento, pero somos firmes en la toma de  decisiones. Somos asertivas, porque nosotras cuidamos, porque nosotras nos tenemos que preocupar de tomar las decisiones históricamente en nuestro foro interno, también porque las mujeres campesinas  son mujeres fuertes, acostumbradas al río, acostumbradas a vivir en  condiciones extremas climáticamente y también en condiciones desfavorables socialmente.

-¿Se sintieron escuchadas por las autoridades nacionales durante esta emergencia?

-(EM): Tuve que tomar esta decisión de empoderarme, alzar la voz y de alguna manera exigir  y cuando se alza la voz ya ahí comienzan a escucharnos, a atendernos, a poner su mirada en nosotros. En algunas ocasiones también he visto algunas diferencias, ni siquiera con hombres, sino entre mujeres que lideran comunas  y creo que eso no nos hace bien como país. 

-(IR): Yo me he sentido escuchada, he alzado la voz. Por ejemplo, estas viviendas que se están construyendo en El Santo y que están en pésimas condiciones,  que yo considero que no es algo digno para entregarle a nuestra gente  que lo ha pasado pésimamente mal.  El gobierno me escuchó y ya esa empresa no está trabajando.

-(AA): Yo por la opinión pública sí me sentí escuchada, me sentí escuchada por los medios de comunicación, yo creo que fueron fundamentales en esta catástrofe. Yo diría que fueron los aliados de Santa  Juana. Porque nos ayudaron a visibilizar una situación y esa situación nos permitió tener recursos, para controlar este catástrofe porque nosotros sabemos que los vecinos, pero con la situación geográfica en Santa Juana es un milagro que no hayan más y es un milagro que hayamos logrado defender la zona urbana. Porque no teníamos ninguna capacidad de hacerlo nosotros a pesar de que nos organizamos e hicimos un llamado a los  vecinos y vecinas de que defendieran su comunidad.

¿Qué lecciones les deja a ustedes esta emergencia?

-(EM): Debemos mejorar sin duda es que el Estado debe estar preparado para atender emergencias.  Ya no es sostenible que nosotros no tengamos la capacidad inmediata después de tanta historia de emergencia y catástrofe, no poder dar una respuesta oportuna, de calidad y de dignidad.  Yo creo que una de las cosas que hoy día tiene que hacer sentid  a todo el país, al Estado de Chile y a todos los servicios  es la palabra dignidad. Agradezco hoy día la contención, finalmente, de los equipos municipales, porque siempre son ellos los primeros en atender las emergencias  que sin duda han dejado todo, familias, compromisos, vacaciones, todo, todo, todo, todo, y realmente sale a relucir el servicio público en una situación de emergencia. 

-(IR): Que las mujeres sí somos capaces. Somos capaces de liderar, de organizar, de planificar, de dirigir. Somos capaces también de levantar la voz cuando nuestros hijos  necesitan y requieren ayuda, requieren atención.  Sí, las mujeres somos capaces.  Siempre hemos sido capaces y qué pena que tengamos que siempre estar  demostrando que las mujeres somos capaces. Si hay algo que he entendido desde que estoy en política, es que los políticos debemos de estar siempre con la gente, no solo cuando hay campaña debemos de llegar a todos los territorios, no solo cuando hay campaña debemos de ir a pedir el voto y convencer a la gente que lo vamos a hacer bien. Sino estos son los momentos donde debemos estar con ellos,  compartir sus penas. Pero además, y para eso están los líderes y la lidereza, que de esta tremenda catástrofe podemos ser capaces de poder asumir como una tremenda oportunidad para darle dignidad y para entregarle y mejorar las condiciones que ellos están viviendo”.

-(AA): Yo creo que no soy la misma persona, he tenido que presenciar cuerpos calcinados, me tocó sacar gente, me ha tocado ver el dolor ajeno, incluso en la catástrofe y ahora en el proceso de reconstrucción que dura dos años. Entonces cambia la perspectiva que nosotros tenemos. Eso igual nos hace más fuertes. Yo creo  que no va a haber una tragedia tan grande nunca más y significa que vamos a estar  preparados para poder  enfrentarla.

“He dejado cosas personales de lado”

Si bien no tuvo un mayor protagonismo para esta emergencia, en Curanilahue también existen otras problemáticas, la situación de los campamentos o de violencia rural también es algo que apremia a la alcaldesa Alejandra Burgos, quien también hace sus reflexiones en este 8M.

-¿Qué aprendizaje le deja este periodo como alcaldesa?

- Con hartos desafíos, algunos que uno podía prever, otros que estaban fuera absolutamente de lo que uno se imagina cuando no están estos cargos. Muchas veces se dice que hay que estar en los zapatos de quien le toca liderar estos espacios tan importantes como para saber y yo creo que eso es muy cierto. Uno se dando cuenta sobre la marcha de la comunidad, de la cantidad de desafíos que tiene una administración municipal, muchos de ellos invisibles, no es posible verlos desde fuera, pero con una carga importante porque significa la vida, la calidad de vida, la cotidianidad de la comuna y sobre todo en comunas pequeñas como la que me toca liderar a mí, en el cual la mayoría de los asuntos tienen que ver con el municipio y por lo tanto la comunidad también espera de nosotros algo más dentro de nuestro quehacer, ponerle no solo nuestro conocimiento y experiencia, sino también la humildad muchas veces que se requiere para poder resolver los problemas. Yo diría que han sido dos años de harto conocimiento, de harto aprendizaje, pero también hay momentos en los cuales uno siente que quizás nos falta todavía como sociedad para que podamos aprender a liderar estos espacios tanto hombres como mujeres.

-¿Se ha sentido menos escuchada por ser mujer al momento de recurrir al nivel central o al tener que pedir cosas para su comuna?

-Yo no lo he visto tanto y yo creo que más bien por, como decían antes, una manera que hemos tenido también las otras figuras mujeres que estamos en este momento en la Región, no solo en la alcaldía, sino en las consejerías regionales y en las concejalías, es que hay una disposición distinta. Ha habido momentos, ha habido momentos en los cuales ha habido agresividad de parte de algunos colegas, no ha sido tan fácil, créanme, que además como a las mujeres se nos aplica un estigma de que tenemos que andar siempre sonrientes, bien vestidas, no nos podemos cansar, tenemos que andar siempre radiantes, responder muy amenamente, aunque estemos un poco enojadas por alguna situación, se nos exige algo como eso. Sin embargo, yo no podría decir que me haya visto discriminada por el solo hecho de ser mujer. Han habido momentos tensos en los cuales ha habido que se presenta, que se deben dar los espacios a todos por igual independiente de si somos hombres o mujeres. Lo cual en un primer momento, yo diría los primeros seis, ocho meses, era mucho más complejo, había que estar permanentemente recordando que habíamos mujeres también dentro de los grupos, pero posteriormente a eso yo diría que no y cada día hay una disposición un poco mayor a que nosotros como mujeres también podamos exponer nuestros puntos de vista.

-¿Qué lecciones, en lo personal, le deja este cargo?

- Lo primero es sentirme muy orgullosa de mí y de lo que he podido aprender en este tiempo. Yo ingresé a esto no teniendo mucho conocimiento porque no soy una mujer que tenga una tradición política, fue duro en un momento, fue muy desgastante, agobiante incluso. Yo he dejado de lado muchas cosas que para mí son importantes también, que tienen una de las mayores importancias para la vida de cualquier persona, que es la familia, los afectos de las amistades, pero no me arrepiento. Usted hablaba acerca del tema de las tomas de terreno, de la violencia rural y la verdad es que en un principio principalmente había mucho ataque por desconocimiento. Yo creo que eso le pasa mucho a las mujeres en general que se dedican a lo público, que hay una especie de ataque por cuestiones personales y que no tienen nada que ver con el desempeño que uno tenga en estas esferas. Y eso afecta, afecta la emocionalidad, uno se siente muchas veces vulnerable, muchas veces atacada, pero también es cierto que las personas día a día, la comunidad principalmente, comprende de mejor manera que este no es un cargo fácil y que somos personas, que somos seres humanos, que necesitamos también del cariño, del respaldo y muchas veces del descanso. Tengo mis convicciones muy claras, todavía bastante parecidas a las iniciales, pero con harta más responsabilidad por el aprendizaje que me ha dado estar en esto y también que me ha dado el tener contacto con muchos más problemas y profundos problemas que a veces uno los conoce desde el punto de vista más profesional, pero es distinto cuando uno se acerca a ellos desde lo humano. Entonces yo lo único que podría transmitir actualmente es que soy otra persona.

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