Rechazan recurso de amparo presentado por defensa de condenado por caso Catrillanca
La diputada María Candelaria Acevedo en su última intervención en el Hemiciclo se refirió al anuncio realizado por la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, quien dio a conocer la creación de la Subsecretaría LGTBIQ+.
La parlamentaria comunista valoró este anuncio señalando que “esto avanza en el sentido de reducir la deuda histórica de la sociedad chilena, con la Comunidad LGTBIQ+”.
Profundizó su alocución en la “Hora de Incidentes” al indicar que cuando se habla de las implicancias de los discursos de odio en contra de esta comunidad, se debe entender que sobrepasan a las ya graves discriminaciones en el ámbito del trabajo, la salud, la educación e incluso la recreación; y “significa, como lamentablemente ha ocurrido y sigue ocurriendo, el asesinato, la tortura, la violación y el suicidio empujado por estas situaciones”.
En ese sentido afirmó que ve con horror “las reacciones y discursos de odio, emanados de los sectores más cavernarios de la derecha, criticando la creación de esta nueva institucionalidad, pretendiendo con ello frenar e incluso hacer retroceder los derechos tan difícilmente logrados. No puedo dejar de recordar a un candidato presidencial, del mismo sector, que proponía terminar con el Ministerio de las Mujer y la Equidad de Género”.
Agregó que son ese tipo de discursos, los que avalan y sustentan a personajes como el llamado Pastor Soto, quien habitualmente a las afueras del Congreso, “se dedica a propagar el odio y a agredir, sintiéndose impune”.
Siguiendo la misma tónica, Acevedo manifestó que “es brutal leer a diputados y diputadas de mi región, que cuestionan toda incitativa que vaya en la dirección de avanzar hacia el término de la discriminación y el odio, ya sea simbólica como la patrulla de la diversidad o estructural, como la Subsecretaría de las Diversidades Sexuales”.
Finalmente, realizó un llamado a no olvidar, su rol como parlamentarios de la República, a quienes instó a legislar para todo un país, y “no para una minoría que se opone tenazmente a reconocer lo que es un derecho humano: la igualdad de todas, todos y todes”, concluyó.
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