Mejora la esperanza de vida: La inmunoterapia es fundamental para el tratamiento de cáncer en metástasis
La inmunoterapia es fundamental para el tratamiento de un cáncer que está en metástasis, ya que está dirigido para ayudar, activar y fortalecer el sistema inmunitario de la persona para que reconozca y destruya a las células cancerosas con más eficacia, pudiendo evitar la metástasis y eliminar las formadas.
El cáncer es una enfermedad causada por la transformación de células que se vuelven anormales y proliferan en exceso. Dichas células forman una masa llamada tumor maligno.
La célula cancerosa puede crecer, dividirse y extenderse a tejidos o estructuras que le rodean. Incluso, puede hacerlo a otros órganos. Cuando migran a través de los vasos linfáticos o sanguíneos a otra del cuerpo y se instalan, formando un nuevo tumor, ahí es donde se habla de metástasis y tumor secundario.
¿Dónde se desarrollan con mayor frecuencia las metástasis?
Con mayor frecuencia, las metástasis se desarrollan en los pulmones, el hígado, los huesos y el cerebro. No obstante, independiente de su localización, el tumor siempre se define por su tejido de origen.
En rigor, un cáncer de pulmón que se extiende a los huesos no se convierte en cáncer de huesos, sigue siendo un cáncer de pulmón. Las metástasis son localizaciones secundarias del tumor.
De hecho, el riesgo de que se desarrolle metástasis depende de las características del primer tumor. Se debe considerar varios aspectos: el tipo de cáncer, el tamaño del tumor y su localización, la rapidez con la que crece, la probabilidad de que se extienda y el tiempo que lleva en el cuerpo.
La mayoría de los cánceres pueden convertirse en metastásicos, a excepción de algunos de piel. Cada tipo de cáncer se vincula a una metástasis preferente. Un ejemplo: el de pulmón suele hacer metástasis en los ganglios linfáticos, mientras que el de mama en los huesos o pulmones.
¿Cuáles son los síntomas de las metástasis?
Los síntomas varían y son diferentes según el órgano afectado. Pueden desarrollarse de manera muy rápida o varios años después del diagnóstico inicial. Algunos ni siquiera hacen metástasis y otros sí, en gran cantidad.
Hay diferentes tipos de metástasis y los síntomas se relacionan al órgano que fue colonizado por las células cancerosas. Las metástasis óseas presentan dolor óseo, fracturas, compresión vertebral e hipercalcemia.
Las cerebrales dependen según la zona del cerebro afectada, pero existen náuseas, vómitos, mareos, falta de concentración, debilidad muscular e hemiplejía. Las pulmonares presentan dolor, tos persistente, falta de aire, dificultades respiratorias y tos con sangre.
Las hepáticas: síntomas de pesadez y dolor en el hígado, fiebre e ictericia. Otros signos a los que se debe tener ojo por la progresión de un cáncer primario a metastásico son la fatiga, dolor, pérdida de apetito, dolores de cabeza, cambios de humor y hemorragias anormales.
¿Se puede vivir con metástasis?
Los cánceres metastásicos, por lo general, progresan más rápido que un cáncer primario. Son complejos y las células son resistentes al tratamiento. Si un órgano resulta afectado y el tumor se ha extendido, el pronóstico llega a ser mortal. A ello se le conoce como cáncer generalizado o en estado 4.
No obstante, gracias a nuevas tecnologías, se mejoró la esperanza de vida. De hecho, la inmunoterapia es la clave, ya que es el único tratamiento dirigido para ayudar, activar y fortalecer al sistema inmunitario para que reconozca y destruya a las células cancerosas con más eficacia, pudiendo evitar la metástasis.
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