"Fue una luz y me ayudó mucho": El testimonio de paciente con cáncer colorrectal al tratarse con inmunoterapia
Carlos Aguayo, paciente de Rancagua, Región de O'Higgins, diagnosticado con cancer colorrectal en abril del 2022 y que ingresó a Clínica Recell, contó su fuerte testimonio tras someterse a inmunoterapia.
El paciente contó que en abril comenzó a sentir dolor abdominal, semejante a apendicitis, junto con dolor de espalda. Incluso relató que no podía estar sentado y a raíz de ello, acudió a urgencias para ver qué podía hacer ante el dolor persistente.
"No me podía estirar, estaba complicado. Fui a urgencias y gracias a Dios me hicieron escáner, porque digo gracias a Dios, porque en urgencias de repente no hacen escáner y dan para el dolor de estómago, gastritis, lo que sea y para la casa", contó Aguayo.
Tras realizarse los exámenes, le confirmaron un diagnóstico y es que tenía cáncer colorrectal. Le dijeron que "era muy avanzado, muy grande, maligno y que tenía que actuar rápido".
Carlos actuó rápido y debió someterse a exámenes para verificar el avance de su diagnóstico. También comenzó ciclos de quimioterapia. Tras los exámenes, contó que le dijeron que "estaba con metástasis en el hígado y los ganglios, aparte del tumor colorrectal" y que "le quedaba poco tiempo de vida".
Antes de la inmunoterapia en Recell, él seguía con dolores
En medio de ese proceso, como familia se enteraron sobre el Programa de Inmunoterapia Adoptiva ONCOVIX de ONCOCIT USA, monitoreado en Latinoamérica por Recell Latam.
"Empezamos a indagar y muchas personas del círculo cercano, como mis compañeros de trabajo, me ayudaron un montón en clarificar a dónde ir y qué hacer", relató Aguayo.
Se contactaron con Recell y se dieron cuenta que los testimonios eran buenos. "No tenían malos comentarios ni nada de eso y decidimos tomarlo con todo el apoyo de la familia y mis compañeros", dijo.
En su relato, señaló que antes de la inmunoterapia, seguía con los dolores y pésimo por los síntomas. No podía ir al baño y sentarse.
"Mi vida no era la misma. O sea, sumado el tema del dolor del cáncer, los efectos de la quimio era como mal, pésimo y llegamos a Recell. La verdad fue una luz entre todo lo que teníamos enredado en la cabeza, y para mí, es algo que me ayudó mucho. Hasta ahora yo feliz con Recell", relató Carlos Aguayo.
Luego ocurrió, de acuerdo a lo que contó el paciente, que le hicieron un TAC. "Eso arrojó algo maravilloso que después de tres, casi cuatro meses, no había tenido ninguna noticia como positiva, que fue que el cáncer se detuvo en su metástasis".
"La parte donde yo tenía focalizado el cáncer se redujo. De cinco lesiones me quedaron tres en el hígado, las otras desaparecieron como por arte de magia y los tumores se redujeron en su tamaño, como el colorrectal y algunas lesiones".
Para Carlos Aguayo, "lo que Recell hace es vida, para mí es calidad de vida"
Para la familia de Carlos Aguayo, "significó vida, tranquilidad, esperanza. El tema de la quimio la soporto ahora con mayor fe, con mayor ganas. Las quimioterapias no me tumban y no me dejan postrado en la cama".
"Dejé los remedios para los cuidados paliativos. Antes tomaba harto remedio, pero ahora nada. O sea, yo quedé así como sin remedio, están todos ahí. Y puedo hacer una vida normal, que es lo que uno espera con todo esto", expresó el paciente.
Carlos Aguayo aseguró que él está feliz de estar en Recell y de "disfrutar con mi familia, con mis hijos, ser el que era antes. Lo que Recell hace es vida, para mí es calidad de vida y eso no cualquiera lo logra como se puede hacer".
La hija del paciente contó que para ella fue algo díficil de procesar y que jamás lo esperó. "Cuando lo veía llegar cansado, no entendía la situación porque durante casi seis años la que estaba enferma era yo y el que me cuidaba era mi papá. Entonces el cambio de roles para mí fue chocante, asimilar que en el próximo tiempo iba a ser yo la que tendría que estar a su lado cuidándolo y apoyándolo".
"Entonces cuando descubrimos la inmunoterapia, mi papá pudo volver a estar bien, pudo llevarme en la mañana al colegio, a no tener que estar constantemente tomando remedios y a poder dormir", relató.
Para la hija de Carlos, "fue esperanza, porque había tomado el pensamiento de que iba a tener que contar los días con él y tener la esperanza de que las cosas estaban mejorando fue vida. Y le agradezco mucho".
Al pasar tiempo con Recell, "ya puede hacer su vida con normalidad"
Andrea, la esposa de Carlos Aguayo, agradeció a Recell. "Yo lo noto a él, los cambios que ha tenido desde que ingresó a Recell, porque antes, cuando solamente estaba con su quimioterapia, siempre estaba con síntomas, con dolores".
"Al pasar el tiempo con Recell, como que uno nota el cambio porque sus dolores que tenía se le fueron y está más activo. Ya puede hacer su vida con normalidad, puede andar en bicicleta. Salimos con los niños, vamos al cerro, hacemos trekking, entonces es un cambio notorio en él", contó Andrea.
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