La historia de Cafetería 440 en Concepción: Lleva 3 años incentivando la inclusión entre penquistas

En los últimos años, Concepción se ha llenado de tiendas en las que sus visitantes pueden disfrutar ricos cafés, pasteles y té. Pero hay una que trae en su menú un plato que satisface a los clientes con una enseñanza que ningún otro local otorga: La inclusión para las personas con síndrome de Down. Se trata de la Cafetería 440, local que lleva tres años funcionando en la capital penquista.

Actualmente, dos jóvenes atienden al público con ricas preparaciones en un ambiente rodeado de obras de arte que también involucran la inclusión. La tienda es parte de un proyecto de la Iglesia de Concepción que tiene un sentido social, en el que se busca que una salida a tomar un café no sólo sea un panorama de distracción, sino también una enseñanza sobre la integración. La cafetería está ubicada en Cochrane 440, entre Rengo y Lincoyán.

"Inclusión: Deuda que tiene Chile"

El arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, recordó que hace tres años tuvieron la idea de traer cafeterías en las que trabajan jóvenes con síndrome de Down. Expresó que las habían visto en Europa y Estados Unidos, así que “decidimos traerla hasta Concepción, en donde ha sido muy bien acogida. A pesar de la pandemia hemos seguido trabajando”.

Explicó que “tenemos dos jóvenes Down que realizan diversas funciones: Servir las mesas, recoger las mesas y atender a los clientes. Tenemos que ir avanzando en este proyecto. Queremos, de aquí a fin de año, tener a dos jóvenes más, completar cuatro”. Si aquello se concreta, Chomali comentó que ya habría 32 jóvenes “trabajando con nosotros. Queremos ser líderes en la inclusión, ya que es una deuda que tiene Chile”.

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Agregó que “ellos están felices, todos ellos ya tienen experiencia laboral, también trabajan en la Lavandería 21 y ya saben su oficio. Para ellos es una manera de subsistencia, porque tienen contrato, cumplen horario, se les evalúa, son tratados como trabajadores y eso lo valoran mucho, no solamente ellos, sino que también su familia”.

Punto de encuentro entre organizaciones

Julieta Romero, encargada de apoyar la administración y vinculación de 440, expresó que “veo la cafetería como un punto de encuentro, donde toda la gente que está trabajando con temas de inclusión puede tenerla como referente. Es un lugar súper agradable para estar. Tenemos mucho espacio también para visibilizar esta temática, un poco vinculándonos con distintas organizaciones, ONG y fundaciones. Nos fuimos dando cuenta que hay mucha iniciativa en Concepción. Queremos que la cafetería sea un referente de encuentro donde todas estas agrupaciones”.

Ahora que la capital penquista está llena de cafés y locales similares, 440 es la primera en abordar el concepto de la inclusión. Al respecto, Julieta comentó que “cuando tu vienes a nuestro local, vienes a tomar un café con sentido: Le estás dando la oportunidad a una persona que de otra manera no tiene posibilidades de inclusión laboral”. Enfatizó detallando que “aquí sólo tenemos dos jóvenes con síndrome de Down pero, al ser un lugar de encuentro, queremos visibilizar lo que se está haciendo en las diferentes escuelas. Por ejemplo: Estamos comprando servilleteros de una agrupación que tiene 14 jóvenes que nos están fabricando servilleteros. Les compramos, damos promoción y visibilizamos lo que ellos están haciendo”.

Salón y exposiciones

Cabe señalar que la Cafetería 440 también cuenta con un salón que arriendan por hora y ofertas para los distintos talleres, exposiciones e inauguraciones que allí se realicen. “El 23 de noviembre vamos a inaugurar una exposición de telares de la ONG inclusiva que trabaja telares con hilos de plata, cobre y oro con puros jóvenes con síndrome de Down. El día 24 vamos a tener el lanzamiento de un libro inclusivo. Nuestra cafetería es un sitio en el que esa temática tiene cabida”.

Por su parte, el arzobispo Chomali concluyó indicando que con la creación de la Cafetería 440 quieren demostrar que “es posible hacer empresas donde la rentabilidad no es solamente económica, sino que también es social, rentabilidad de fraternidad".

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