De las "polquitas al rascapoto": Diccionario de palabras penquistas... ¿las entendemos sólo en Concepción?
Concepción siempre ha sido considerada una ciudad universitaria. En la capital de la región del Biobío están emplazadas las Universidades de Concepción, Católica de la Santísima Concepción, Federico Santa María, UBB además de las sedes de las privadas UDD, San Sebastián, de Las Américas y varias más.
Año a año llegan miles de estudiantes desde distintos puntos del país para cumplir sus sueños de una carrera profesional. Al llegar con una de las primeras cosas que se sorprenden es con el uso del lenguaje. Hay decenas de palabras o expresiones que son propias del quehacer penquista.
Los hitos más recordados por los jóvenes son las “polquitas”, haciendo referencia al juego infantil o a las “pastillas” que son en nuestra zona sinónimo de un caramelo, entre muchas otras.
"El lenguaje popular tiene un sentido"
Para el cantor popular Nelson Hernández más conocido como “El canela”, hacer este ejercicio de un diccionario con vocablos sólo penquistas es “una iniciativa fantástica”. El Canela durante su trayectoria se ha destacado precisamente por rescatar la memoria popular chilena. En conversación con Sabes.cl agregó que “el lenguaje popular tiene un sentido, una razón y es irremplazable”. Don Nelson incluso fue capaz de agregar algunos conceptos que según él son también propios de nuestra zona como la frase “camas calientes”, que derivaría de las minas del carbón, en donde al haber tan pocas habitaciones los mineros que entraban a turno salían de la cama y ésta no alcanzaba a enfriarse, cuando llegaba otro minero a ocuparla. También recordó el famoso “pan colita” ya olvidado.
Cuando hay un tema relacionado a Concepción una de las fuentes obligadas es el profesor de historia Alejandro Mijovilovic. “Yo llegué desde Punta Arenas hace 50 años a estudiar a la UdeC. Hoy tengo 74 y claro que me llamó la atención como se hablaba acá, pero hoy ya tengo estos modismos incorporados”. Para el profesor la palabra Puchacay nació en Chiguayante, con una línea de supermercados y de a poco se fue extendiendo al resto de Concepción. Hay otra palabra que llama su atención, "aquí le dicen llevar al apa, pero en el norte se dice llevar a tota. Entonces cada región del país tiene sus propias particularidades y las palabras se van adaptando”.
A continuación un breve diccionario de las palabras que los penquistas han institucionalizado
Advertencia: esta selección de vocablos es solo una aproximación. Es probable que al leerlo usted pueda encontrar que la palabra en cuestión también se usa en otra zona del país. Ello puede deberse a que las fronteras lingüísticas han ido desapareciendo con el advenimiento de las nuevas tecnologías y en particular las RR.SS.
Acholloncado: Dícese de la posición flectada o en cuclillas. Nace de las minas de Lota cuando los mineros debían realizar sus labores hincados por el escaso espacio dentro de los piques. Hay derivaciones como achollóncate como una orden o chollonca al hacer referencia a un lotino.
Chorero: Gentilicio de Talcahuano, derivado de los moluscos (choros) que tradicionalmente se sacaban de manera abundante en sus costas.
Chute: Término utilizado por los Marinos para hacer referencia al puerto de Talcahuano.
Carbonada: Comida típica de los mineros del carbón, que consiste en restos de otras preparaciones: un poco de carne picada, papas picadas, verduras (acelga y cebollas), todo cocido sobre fuego.
Chimbombo: Tiene dos acepciones, recipiente utilizado para alojar aproximadamente 5 litros de vino (en reemplazo de las denominadas chuicas) y también se le llama chimbombo a la elaboración de vino con jugo (natural o artificial).
Chorita: Juego que consiste en traspasar el balón en medio de las piernas del oponente.
Chorita patá: Derivación de la “chorita”. La diferencia es que esta última incluye un castigo propinado por el ganador del encuentro, que consiste en una patada en las partes blandas de su oponente.
De espalda al loro: Se trata de una expresión que hace referencia a una sorpresa: “me fui de espalda al loro” o bien cuando alguien por un accidente cae de espaldas.
El luche: Juego que tradicionalmente era practicado por las niñas. Un tarro de betún para los zapatos en desuso era llenado con tierra para que adquiera peso. Se dibujaba unos cuadrados en el suelo con tiza y las niñas con un solo pie deben empujar el tarro sin salirse de los márgenes dibujados.
Al apa: Frase que hace referencia a la acción de llevar a alguien sobre los hombros. “Te llevo al apa”.
La tiña: Juego tradicional que hace referencia a esta enfermedad o infección micótica (muy extendida en los año 70 y 80 en el país), en donde un niño o niña simula estar “contagiado”. Debe perseguir y tocar al resto de los niños, si te toca adquieres la tiña y es tu turno de perseguir al resto. En la capital este juego es conocido como la pinta.
Los países: Se trata del tradicional juego de los años 80 y 90. Un grupo de adolescentes asume el nombre del país (el más requerido siempre era Chile), luego con un balón se lanza al aire y se grita el nombre de un país. Todos se alejan corriendo salvo el país mencionado que debe alcanzar el balón.
Los chirlitos: Se trata de un castigo propinado por el ganador de algunos de los tantos juegos de los años 80. “El que pierde se gana un chirlito": con dos dedos se golpea sobre cualquier superficie del cuerpo del perdedor.
Las micros: Se trata del transporte público en el Gran Concepción.
Las gafas: Se trata de la denominación genérica que se les da a los lentes de sol. Cualquiera sea el tipo, modelo o precio.
Matute: “Voy a buscar matute”, dícese de la persona que viaja, compra muchos artículos de diferente tipos y que los ofrece en un improvisado punto de venta en oficinas y similares.
Polquitas: Se trata del tradicional juego que consiste en golpear con una bolita hecha de un aleación de vidrio a otra de las mismas características. Hay muchas variaciones del juego: la tenca, el hoyito, etc.
Polcas: Derivación de las polquitas, se trata de adminículos de mayor tamaño, pero que cumple el mismo objetivo.
Pastillas: Vocablo utilizado indiferentemente por los penquistas para hacer referencia a cualquier dulce, chupete o referencia similar. No confundir con los medicamentos que también hace algunos años recibieron esta denominación.
Pancora: Se trata de la definición que en la zona costera de Concepción se le da a estos crustáceos. La palabra pancora también se utiliza para hacer referencia a un juego, que consistía en utilizar las dos manos juntas (forma de la pancora) y golpear al oponente en la cabeza.
Pajaritos: No se trata de las aves. En Concepción y en varias partes del país es una especialidad culinaria propia de las fiestas patrias. Se trata de una masa dulce cocida en horno y con merengue en la superficie. A veces se les pone chispitas en la superficie.
Pan francés: Es tal vez una de las mayores exportaciones lingüísticas de Concepción. Se trata del tradicional pan batido de Valparaíso, que aquí en esta zona del país recibió esa denominación. La razón de este nombre se ha perdido en el tiempo.
Pan copihue: Es el pan tradicionalmente utilizado para la elaboración de los famosos completos.
Puchacay: Es un término utilizado por los penquistas para lamentarse de una situación. “Puchacay que mal me fue en la prueba”. La expresión traspasó las fronteras regionales y entendemos se utiliza en todo el país. Puchacay además es hoy es el nombre de un recorrido de un transporte público. Deriva inicialmente del sector de Puchacay, ubicado en la zona nororiente de la capital regional.
Paquito Libre: Juego que se practicaba entre varios niños y niñas, que consistía en disponer de un espacio donde habían personas “encarceladas” y con un guardia. El resto para poder liberar los presos debían cruzar corriendo y tocarlos además de gritar la expresión “libreeeeeee”. Si el guardia te tocaba, quedabas preso de inmediato.
Pegarse una vuelta: Una frase utilizada por los penquistas que consiste en sencillamente dar un paseo sin objetivo predeterminado.
Pará' del tonto: Se trata de la intersección de calles Aníbal Pinto con Barros Arana de la capital del Biobío y es el lugar escogido en un 99% de las veces para encontrarse en el centro de Concepción.
Ropa de color: Antiguamente los inviernos eran largos en la provincia de Concepción, desde marzo a septiembre y hasta octubre. Por lo tanto, durante gran parte del año los penquistas usaban ropa sombría y abrigada. Por eso una vez llegada la primavera quienes habitan esta zona, hablan de usar “ropa de color”.
Tomar once: “Vamos a tomar once”, se trata de una comida del día. Tradicionalmente a media tarde y consiste en café, té y pan con algún dulce eventualmente. Hay historias que cuentan en la cuenca del carbón y que aseguran que este vocablo era una especie de clave utilizado por los mineros para tomar agua ardiente. Si usted cuenta las letras de la palabra “aguardiente”, notará que son efectivamente 11 (once).
Tropiconce: Vocablo inventado por los penquistas para hacer referencia a las infinitas variaciones meteorológicas que se puede experimentar en un solo día en Concepción.
Una vaca: “Hacer una vaca”. Esto quiere decir juntar dinero para un evento tradicionalmente surgido en último momento, de urgencia y de carácter bebestible.
Un mate: No se trata de la bebida tradicional de los campos chilenos, esa que se bebe con agua, leche y yerba, es más bien tragar agua accidentalmente mientras se está nadando en el mar, río o laguna. Es en el fondo “ahogarse, pero solo un poquito”.
Un zorrito: Dícese de la acción que consiste en cerrar los ojos y descansar en cualquier momento del día. No alcanza a ser una siesta formal.
Rascapoto: Juego que consiste en una estructura con una escalera por donde se sube y un resfalín por donde se lanza quien lo utiliza.