Cierra Johanna: La tradicional confitería al frente de la Plaza Independencia de Concepción
La Confitería Johanna, ubicada frente a la Plaza Independencia, pondrá fin a su historia tras 45 años en Concepción. El local de avenida O’Higgins cerrará sus puertas ya que durante los últimos años han enfrentado complejos escenarios. La familia a cargo del recinto detalló que decidieron apuntar a un nuevo rubro y que tienen la esperanza de volver a tener la misma cercanía con los penquistas.
Desde 1977
Mariela Opazo, nuera de la creadora del local, contó que en 1977 su suegra, Juanita Díaz, creó la confitería junto a su esposo, Mario Soñez. “Ella, durante muchos años, trabajó en Confitería Rometsch. Allí conoció el rubro y a mi suegro le surgió la idea de arrendarle un local, para que trabajara en uno propio”.
La confitería, originalmente, “se ubicaba en la galería del Cine Romano, en la esquina de Barros Arana con Colo Colo. Se vendía mucho a granel, desde los chocolates a las galletas que poníamos dentro de un cajón”. En aquellos años, señaló Mariela, los penquistas recorrían la ciudad en familia tras visitar los recordados cines que había en el centro. Muchos, antes de sentarse en las butacas, pasaban a Johanna para comprar dulces.
“Cerca del año 2000 nos trasladamos acá, frente a la Plaza Independencia. Una década después enfrentamos el terremoto de 2010, momento en que nuestro local resultó muy destruido. Como familia pudimos salir adelante, abriendo pocos días después del 27/F”, comentó Mariela.
Durante dos décadas, Confitería Johanna sirvió también a quienes visitaban a sus vecinos del Teatro de la Universidad de Concepción.
Durante el Estallido Social, la confitería enfrentó la dificultad de estar ubicada justo frente al principal escenario de las manifestaciones y enfrentamientos. Mariela indicó que, en ese entonces “cerrábamos y abríamos, protegiéndonos de las piedras, de las lacrimógenas y las barricadas en O’Higgins”. Después de aquello, sostuvo que tuvieron que resistir las bajas ventas que trajo consigo la pandemia.
Comenzarán una nueva historia
“Por ello, se tomó la decisión junto a don Mario de dar un pasito al costado y dedicarnos a cosas nuevas, cerrando la confitería. Vamos a cambiar, a renovarnos y restaurar este local para darle una nueva imagen. Pronto aquí habrá una mezcla de cafetería, chocolatería y pastelería en la que los penquistas podrán seguir encontrando nuestros clásicos chocolates con naranjita y productos a granel. Muchos clientes nos han dicho que van de viaje a otros lugares y no encuentran lo mismo. Por eso queremos seguir vendiendo los más característico”, detalló.
Para quienes se preguntan por qué la confitería se llama Johanna, Mariela explicó que “se debe al nombre de mi suegra, Juanita, así que le pusieron esa variante. El nuevo local tendrá otro nombre, que será en francés”. El tradicional local, funcionará sólo por unos pocos días más. Estiman que, dentro de una semana, cierren la confitería definitivamente.
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