Presidente argentino llama a la unidad tras agitada semana: Miles de ciudadanos protestan en las calles
El presidente argentino, Alberto Fernández, llamó el sábado a conservar la unidad en momentos difíciles y a transitar el camino hacia el equilibrio fiscal, una semana después de la renuncia del ministro de Economía y de tensiones dentro de la coalición peronista gobernante que golpearon los mercados.
A pesar de dar un discurso que buscó llevar tranquilidad, por la tarde varios miles de personas salieron a las calles en distintos puntos del país a protestar contra el gobierno.
La salida de Martín Guzmán y la designación de la heterodoxa Silvina Batakis al frente de la cartera de Hacienda despertaron el temor a que haya un cambio hacia políticas populistas y más gasto estatal en Argentina, que está lidiando con una inflación que analistas estimaron el viernes en 76% para el 2022.
"La unidad siempre es el fruto de la disposición de los involucrados por consolidarla. La historia nos enseña que es un valor que debemos preservar en los momentos más difíciles", dijo Fernández al mediodía en el acto por el 206 aniversario de la Declaración de la Independencia, en la norteña provincia de Tucumán.
El mandatario, que estuvo acompañado por parte de su gabinete, advirtió sobre grupos que, dijo, buscan provocar una devaluación y generar desánimo en la sociedad.
"Venimos soportando en los últimos meses, pero sobre todo de manera pública y feroz en la última semana, una embestida de los grupos concentrados que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre", dijo Fernández.
"Argentina está de pie (…) Eso no significa que desconozca los problemas que tenemos. Debemos transitar el camino hacia el equilibrio fiscal y estabilizar la moneda. El crecimiento demanda divisas que hoy son escasas y hace más difícil la acumulación de reservas. La inflación que se despliega en todo el mundo daña más seriamente a nuestra economía", agregó.
La tercera economía más grande de Latinoamérica sufre desde hace años una elevada inflación, que se ha visto agravada por los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia. A su vez, el país comenzó recientemente a dejar atrás una larga recesión.
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Por la tarde, integrantes de organizaciones de izquierda acudieron a la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires a protestar contra el gobierno y pedir que se anule el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional bajo la consigna: "Fuera, Fondo, fuera".
"Hubo acuerdo con el FMI y estamos al borde de una hiperinflación", dijo Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero al canal de televisión local TN. "Acá hace falta una lucha", agregó sobre la posibilidad de convocar a una huelga.
Argentina llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar una deuda por unos 44.000 millones de dólares. El directorio ejecutivo del organismo se reunió el viernes para analizar la situación del país por primera vez tras la asunción de Batakis, quien se comprometió a respaldar los objetivos del programa acordado por su antecesor.
La flamante ministra anunció el viernes su gabinete y el sábado mantuvo una reunión de trabajo con sus colaboradores, a quienes les pidió "poner todo su esfuerzo para acelerar la gestión en todas las áreas de su cartera", según un comunicado del Ministerio de Economía.
Más tarde, grupos autoconvocados en las redes sociales bajo los hashtag #Argentinazo y #9J marcharon por el centro de Buenos Aires y otras ciudades del país contra el gobierno nacional, bajo el lema "Defendamos la República", mientras agitaban banderas y golpeaban ollas al grito de "Argentina, Argentina".
"Estamos desconformes, queremos un país que se levante trabajando. Basta de chorros (ladrones) y basta de vagos", dijo una mujer a un canal de televisión local en Mar del Plata, una ciudad balnearia ubicada a 400 kilómetros de Buenos Aires, en referencia a la clase gobernante.