España lucha contra incendios forestales mientras se sofoca en ola de calor
Los bomberos luchaban para controlar los incendios forestales en varias partes de España el sábado y la gente buscaba alivio con ventiladores, sombra y mucha agua mientras una ola de calor fuera de temporada llevaba las temperaturas a cerca de niveles récord.
España entró hacia sus temperaturas de principios de verano boreal más altas en décadas el sábado, con pronósticos de entre 40 y 42 grados Celsius en Zaragoza en el noreste y áreas de Navarra y La Rioja en el norte, según la agencia meteorológica nacional AEMET.
Muchas áreas de Europa Occidental se han estado sofocando bajo temperaturas inusualmente altas en los últimos días, lo que agrava los temores sobre el cambio climático.
En Zaragoza, la gente en un mercado de agricultores agitaba abanicos y periódicos, permanecía a la sombra y se mantenía hidratada. A las 1600 hora local la temperatura había alcanzado los 40,9 grados Celsius.
Las condiciones secas y ventosas han provocado incendios forestales en varias áreas, con Zamora, cerca de la frontera con Portugal, entre las más afectadas.
Casi 20.000 hectáreas de terreno habían sido quemadas en la Sierra de la Culebra y el fuego "todavía estaba activo", indicó un tuit de la Junta de Castilla y León, donde se ubica Zamora.
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El sábado por la tarde, dijo que 11 pueblos habían sido evacuados y que unos 500 bomberos estaban trabajando para apagar las llamas.
No ha habido informaciones de muertos o heridos.
En Cataluña, los bomberos que intentaban controlar un incendio en Baldomar dijeron que esperaban que el sábado fuera "complicado" por "las temperaturas muy altas y un fuerte viento del sur".
Las llamas crepitaban y resonaban en el aire en las afueras del pueblo de Caudiel, en Castellón, al este del país.
Los bomberos, con máscaras, gafas protectoras y cascos, luchaban para controlar los incendios. Ayudaron a evacuar a los residentes, algunos de los cuales llevaron a sus perros y caballos, en un momento en que el humo flotaba en el pueblo.
"Esto es evidencia del cambio climático", dijo a Reuters Bernardo Funes, de 63 años, un comerciante y agricultor de productos orgánicos en Zaragoza. "Es muy preocupante porque… ya tuvimos máximas de 34, 35 grados en mayo y ahora en junio, es algo así como 44 grados".