Cómo ser un buen auxiliar de enfermería: 5 consejos para los nuevos enfermeros
Para nadie es un secreto que desempeñarse en el sector salud no es tarea sencilla. Hay muchas cosas que aprender y puede ser difícil mantenerse al día. Por eso hemos elaborado esta lista de 5 consejos para los auxiliares de enfermería. Sigue estas pautas y estarás en camino de convertirte en un gran profesional sanitario.
EL ABC de un Auxiliar de enfermería
Un auxiliar de enfermería proporciona cuidados sanitarios básicos a los pacientes y está supervisado por una enfermera. Realizan actividades como alimentar a las personas, hacer las camas y pedir la ropa de cama, así como ayudar a los pacientes a vestirse e ir al baño. Llevan el control de la temperatura, el peso y el pulso del paciente. Pueden trabajar en hospitales o en comunidades.
Los auxiliares de enfermería también proporcionan a los pacientes la ayuda emocional y de motivación que necesitan, por ejemplo, acompañándolos antes de una operación. También pueden reconfortar y calmar a la familia o al cuidador del paciente.
En caso de que trabajen con pacientes con problemas de salud mental ayudan a aumentar la confianza y la independencia de sus pacientes, son un apoyo muy importante.
Pero además los auxiliares de enfermería pueden asumir más responsabilidades si reciben formación continua, llegando a realizar análisis de sangre a los pacientes, por ejemplo.
Conviértete en el mejor
Si eres de los que está buscando superarse profesionalmente como auxiliar de enfermería, revisa estos consejos que van a ayudarte.
- Mantente al día en tu sector con formación continua
En un mundo tan dinámico y competitivo como en el que vivimos, la formación continua definitivamente hace la diferencia, bien sea si estás buscando un ascenso o si quieres mejorar la experiencia de tus pacientes, te recomendamos mantenerte al día con cursillos para auxiliar de enfermería, que incluso puedes hacer desde la comodidad de tu casa, cuando quieras, en un formato online
2. Cuida tu salud
Sin duda la atención a pacientes no solo requiere de muy buenas prácticas, sino de fuerza y que te encuentres saludable. Realizar ejercicio a diario y una buena alimentación, ayudarán a combatir el desgaste del traslado de pacientes e incluso las pocas horas de sueño.
3. Encuentra una práctica también para tu mente
Además de la salud física, el auxiliar de enfermería también debe cuidar su mente y sus emociones, ya que no solo debe trabajar bajo presión ( ante tareas que incluso pueden ser angustiantes), sino también entre sus funciones están ser capaz de tranquilizar y calmar a las personas, bien sean pacientes o familiares.
Prácticas como la meditación, la respiración consciente o cualquier herramienta de mindfulness son ideales para esto.
4. Desarrolla tus habilidades comunicativas
El cómo te expresas en esta profesión es crucial , ya que cualquier situación por simple que parezca puede generar confianza o no del paciente hacia tu trabajo. Esto hace que la paciencia, la sensibilidad y la responsabilidad sean importantes en este tipo de comunicación.
5. Cuando el trabajo en equipo si importa
Un buen asistente de enfermería es un asistente que sabe la importancia de trabajar en equipo con el médico tratante, la familia, los cuidadores y todos los implicados. La mejora del paciente no depende solo de una persona, es un trabajo mancomunado que requiere de una actitud amable por parte de todos.
Oportunidades en crecimiento
El sector salud es uno de los sectores con mayor crecimiento en el mundo, y ese crecimiento viene acompañado de oportunidades. Bien sea en instituciones públicas o privadas, o incluso en labor domiciliaria; las profesiones sanitarias se visualizan como profesiones de mucho auge.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido una formación de calidad para el personal sanitario, señalando que es fundamental mejorar el componente humano de los sistemas sanitarios. "Los países deben transformar la fuerza laboral sanitaria basada en idoneidad, apoyando y respetando mejor a todos los empleados para que presten los mejores cuidados posibles.", La OMS atribuyó a la dotación de recursos humanos en salud un elemento importante para la mejora de los sistemas sanitarios en todo el mundo.
La formación de los profesionales de la salud, como la de muchas otras disciplinas, exige una afluencia continua de nueva información y el perfeccionamiento de nuevas habilidades. Al responder eficazmente a los principales problemas de salud y ajustarse a los cambios y desafíos de su trabajo, son capaces de prestar servicios extraordinarios al público proporcionando respuestas eficaces a problemas globales realmente importantes.
