El Papa condena crueldad de la guerra de Ucrania en vigilia de Pascua
El papa Francisco condenó este sábado la crueldad de la guerra en Ucrania en una misa de vigilia pascual a la que asistió pero que no presidió, presumiblemente por un dolor en la pierna que le ha obligado a reducir sus actividades.
A la misa asistió Ivan Fedorov, alcalde de Melitopol, que fue detenido por las fuerzas rusas el mes pasado y posteriormente liberado en un intercambio de prisioneros.
El cardenal italiano Giovanni Battista Re celebró la misa, sustituyendo al Santo Padre, que incluyó una procesión en casi total oscuridad por la nave central de la mayor iglesia de la cristiandad.
El Sumo Pontífice se sentó en la parte delantera de la Basílica de San Pedro en una gran silla blanca en un lateral, apareció alerta y se puso de pie durante la lectura del evangelio.
Leyó su homilía sentado, pero con su voz normal, y después se levantó para bautizar a siete adultos convertidos al catolicismo.
Francisco se apartó de su texto preparado para agradecer la presencia de Fedorov, su familia y tres parlamentarios ucranianos sentados en la parte delantera.
Habló sobre la "oscuridad de la guerra, de la crueldad".
"Todos rezamos, rezamos con ustedes y por ustedes esta noche. Rezamos por los muchos sufrimientos. Sólo podemos darles nuestra compañía, nuestra oración y decirles: '¡Ánimo! ¡Los acompañamos!'", dijo el Santo Padre.
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Terminó diciendo "Christòs voskrés", que significa Cristo ha resucitado en ucraniano.
El Vaticano dijo que Francisco se reunió en privado con la delegación ucraniana antes de la misa.
Presidir la misa, a la que asistieron 5.500 personas, habría requerido largos periodos de pie durante los cánticos y las lecturas del evangelio, haciendo genuflexiones ante el altar.
El Sumo Pontífice, de 85 años, sufre de ciática, que le causa dolor en una pierna y le provoca una pronunciada cojera. Recientemente, Francisco también ha tenido dolor en su rodilla derecha.
La enfermedad parece ir y venir.
En el programa publicado por el Vaticano el viernes figuraba el Papa como celebrante principal de la misa del sábado por la noche. El Vaticano no dio ninguna razón oficial para el cambio.
El viernes por la tarde, el Santo Padre estaba lo suficientemente bien como para caminar por todo el pasillo, tanto al principio como al final de un servicio de Viernes Santo en la basílica, pero no se postró en el suelo como lo hace normalmente durante ese servicio.
Tuvo que restringir algunos de sus movimientos durante un viaje a Malta a principios de abril y también tuvo que pedir a un cardenal que le sustituyera en una misa en diciembre.
Las actividades de Semana Santa, que culminan el domingo, marcan la primera vez desde 2019 que se permite al público asistir tras dos años de restricciones por el COVID-19.
El domingo de Pascua, el día más importante del calendario litúrgico cristiano, está previsto que celebre una misa en la Plaza de San Pedro y que, a continuación, pronuncie su mensaje y bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).
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