Panoramas martes 16 de mayo
“Chile amaneció cantando”, así empieza el poema que escribió Santiago Polanco Nuño, en honor a la caballería chilena, misma caballería que a lo largo de todo el periodo de la independencia demostró su bravura e hidalguía en el campo de batalla, donde uno de sus máximo héroes rindió la vida, para concretar lo que sería el triunfo de las fuerzas patriotas sobre los realistas.
Anteriormente y desde Concepción, donde se encontraba el cuartel general del brigadier Mariano Osorio, un 10 de febrero las fuerzas españolas emprendieron la marcha, que buscaría recuperar la capital, en el trayecto de esa marcha, la astucia del coronel realista José Ordoñez, permitió sorprender en Cancha Rayada (cercanías de Talca) a las fuerzas patriotas, causando grandes bajas y dejando a un O’Higgins herido de gravedad, quién fue rescatado de manera heroica por el Teniente Coronel Bueras, mientras estaba cercado por el enemigo, el caos generado por esta batalla obligó a los libertadores replegarse a Santiago.
5 de abril de 1818, fecha imborrable para cualquier ciudadano chileno, día donde se escribió uno de los capítulos más importantes, para conseguir nuestra independencia. En los Llanos del Maipo (Maipú), paralelo al camino que iba desde Santiago a Melipilla, se enfrentaron, por un lado, el ejército unido chileno – argentino (tropas Rioplatenses en esa época), comandado por el general José de San Martin, con fuerzas aproximadas de 6.000 hombres y 21 cañones y por el bando realista al mando del general Mariano Osorio, quien contaba con 5.000 hombres y 12 cañones.
La batalla fue cruenta y según los partes enviados por San Martin decían “Con dificultad se ha visto un ataque más bravo, más rápido y más sostenido, y jamás se vio una resistencia más vigorosa, más firme y más tenaz”, por parte de los realistas, destacaban que “la fuerza que opuso el enemigo consistía en 6 cuerpos de infantería, 4.500 plazas, 750 Granaderos y Cazadores a caballo, más caballería de Aconcagua y Santiago y 20 piezas de artillería…”
Lee también: Rusia – Ucrania ¿Cómo nos afecta?
En el fragor de la batalla, como integrante de los cazadores a caballo comandados por Ramón Freire, un hábil jinete, teniente coronel Santiago Bueras y Avaria, cargaba una y otra vez, para doblegar a las tropas españolas que oponían tenaz resistencia, en una de esas cargas es cuando cae muerto “el jinete de los dos sables”, el Huaso Bueras, con un impacto directo a su cabeza, se cree por parte de los historiadores, que sus cargas ayudaron a dar de baja cerca de un tercio de las tropas realistas.
La descripción de los hechos narrados anteriormente, nos permiten concluir que, solo el hábil mando de San Martín, la bravura de las tropas de infantería patriota, los certeros disparos de los cañones de Blanco Encalada y Borgoño, las potentes cargas de caballería de Freire, Bueras y Rodríguez, la división de refuerzo comandada por el general O’Higgins, lograron dar la estocada final al ejército Realista.
En las postrimerías de la batalla, se produjo el abrazo fraterno entre San Martín y O’Higgins, hecho solemne que en el que ambos destacaron sus cualidades, pero que como trasfondo iniciaba la senda de libertad definitiva para toda la América del Sur.
El historiador Domingo Amunategui escribió en su libro, Cabildo de Concepción: “La victoria de Maipo el 5 de abril, destruyó hasta los cimientos del antiguo edificio colonial e hizo nacer de las ruinas una nueva nación: la República de Chile”
Finalmente, y considerando la actuación sublime de la caballería chilena, es que cada 5 de abril se celebra el aniversario y las glorias de la Caballería Blindada, sus características de choque, movilidad y poder de fuego, simbolizan a cada uno de los grandes jinetes montados de la historia y los actuales jinetes sobre orugas de los potentes Leopard 2A4.