El escándalo en el arbitraje que habría favorecido a Huachipato en la Liguilla de Promoción
Huachipato sigue en la Primera División tras vencer en las dos llaves a Deportes Copiapó en la Liguilla de Promoción, aunque el arbitraje de Francisco Gilabert -en el Estadio CAP- no pasó desapercibido tras sancionar el penal en favor de los acereros en el minuto 69. La Revista "Tribuna Andes", liderada por el periodista Danilo Díaz, entregó nuevos argumentos y denunció que la orden para cobrar esa falta llegó desde Santiago.
La publicación asegura que Cristián Droguett y Loreto Toloza llamaron a Gilabert para mencionarle que no hubo penal. "Durante 2 minutos y 40 minutos, Gilabert concuerda con sus colegas. Está claro que irá con córner. Se produce una pausa mínima, y se escucha la voz de Toloza y luego de Droguett. Ambos sugieren al colegiado que observe una eventual sujeción de la camiseta arriba. 'Evalúa también arriba, el tema de la camiseta, el forcejeo'". Tras ese diálogo, finalmente, se cobra el penal.
La revista asegura que alguien llamó a Mario Vargas, quien es el Quality Manager (QM) y reside en la Región del Biobío. Él, en ese partido, era el único que tenía comunicación con los integrantes del VOR. El llamado apunta a que alguien llamó para sugerir la sujeción de la camiseta y que recomendara que Gilabert siguiera adelante con el cobro del penal. "Ocurrió una presión indebida, al violarse los protocolos del VAR, que debe estar aislado", explicaron.
En el resto del artículo explican la situación que viven los árbitros en Chile y la versión de todos los implicados. Vargas, por ejemplo, negó las acusaciones y mencionó que "no me acuerdo. Nunca recibí una llamada". En tanto, Gilabert apuntó a que "me equivoqué en la evaluación de la jugada puntual y lo pagué claro. Cometí un error, pero es un trabajo en equipo. Los más perjudicados fueron mi familia y yo".
Osvaldo Talamilla, la mano derecha de Javier Castrilli en el Comité de Árbitros, aseguró que "no hubo relación con el QM (...) Es la séptima u octava vez que nos acusan, pero es el costo por estar ejecutando una serie de cambios al arbitraje nacional (...) Le insisto, no llamamos al QM". Lo que sí, denuncia la revista, es que Quality Manager no tiene un impedimento para disponer de un teléfono en su lugar,
