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La ministra de Salud, María Begoña Yarza, se mostró dispuesta a flexibilizar el uso obligatorio de mascarilla en espacios abiertos y siempre con un porcentaje de vacunación superior al 80%, entre otros aspectos.
El uso de la mascarilla en espacios abiertos y cerrados públicos en Chile es obligatorio desde el 17 de abril de 2020. Ese día, el entonces gobierno de Sebastián Piñera ordenó su utilización para enfrentar los contagios de Covid-19.
A casi dos años de su implementación, la titular de Salud expresó su voluntad para estudiar la eliminación de la obligatoriedad del uso de mascarillas para determinados grupos de personas que estén en espacios abiertos. Lo importante, señaló Yarza, es que se cumplan las condiciones de trazabilidad.
“Al aire libre, circulación, check, vamos; vacunación mayor del 80%, check, vamos; ¿podremos liberar una de estas capas de protección? Parece razonable”, afirmó la ministra María Begoña Yarza en entrevista con Canal 13.
Independiente de las medidas que se vayan a estudiar, la secretaria de Estado indicó que, por ahora, el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en espacios públicos. Esto, ya que aún existe la posibilidad de que los contagios vuelvan a subir.
"Lo que nosotros pensamos es que en las próximas semanas, lo más probable es que vaya ascendiendo más lento (la curva de contagios), en comparación a cómo ascendió Ómicron que estamos viviendo ahora", dijo Yarza.
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Según indicó la autoridad sanitaria, probablemente en invierno aumenten los casos diarios debido a la subvariante BA.2 de Ómicron, pues en esa estación se estima que se instale en Chile.
"Lo que está ocurriendo en Europa se demora un par de meses y luego llega a Chile. Pero al parecer esta cepa es poco agresiva, no sube tanto como el Ómicron actual”, precisó.
En ese sentido, Yarza recordó que “la pandemia está y continúa”, aunque afirmó que “no vemos que tengamos que volver a las cuarentenas”.
"La respuesta del sistema sanitario para el primer brote fue magnífica y estamos orgullosos, más de cuatro mil camas. Pero nuestros trabajadores tanto del mundo público como privado están cansados, con licencia y temas de salud mental que tenemos que abordar”, continuó la ministra de Salud.
“Esta sensación de que los casos COVID-19 van disminuyendo, empieza a generar una falsa confianza (…) Pensamos que en las próximas semanas vaya ascendiendo más lento”, concluyó.