Columna rusa se acerca a Kiev y más cohetes impactan en el centro de Járkov
Una columna de blindados rusos se desplazaba este martes sobre la capital ucraniana, Kiev, y las fuerzas de invasión lanzaron andanadas de cohetes contra el centro de la segunda ciudad del país, en el sexto día de asalto ruso a su vecino.
Los ataques con cohetes contra el centro de Járkov mataron al menos a 10 personas e hirieron a 35, dijo el asesor del Ministerio del Interior ucraniano Anton Herashchenko. Acciones similares mataron e hirieron a decenas de personas en la ciudad el día anterior.
"Se están retirando los escombros y habrá aún más víctimas y heridos", dijo. El presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, dijo que las descargas de artillería sobre Járkov equivalían a terrorismo de Estado.
Casi una semana después de que las tropas rusas cruzaron la frontera, no han logrado tomar una sola ciudad ucraniana importante tras toparse con una feroz resistencia. Las muertes de civiles en las últimas 48 horas son una señal de que los frustrados comandantes rusos podrían estar recurriendo a tácticas más devastadoras.
Rusia todavía tiene más fuerzas para lanzar a la lucha, pero el presidente Vladimir Putin se enfrenta a una condena internacional y a sanciones por sus acciones, que han roto la paz de la posguerra fría en Europa.
La petrolera Shell ha sido la última empresa occidental en anunciar su retirada de Rusia. Las sanciones y el aislamiento financiero mundial ya han tenido un impacto devastador en la economía rusa. Con el rublo en caída libre y con colas en los bancos de rusos que se apresuran a salvar sus ahorros.
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El Gobierno de Zelenski seguía controlando Kiev este martes, con soldados y civiles dispuestos a combatir a los invasores calle por calle.
Pero imágenes publicadas por la empresa de satélites estadounidense Maxar mostraban filas de tanques rusos, artillería y camiones de combustible que se extendían por 60 kilómetros por una carretera al norte.
"Para el enemigo, Kiev es el objetivo clave", dijo Zelenski, que ha permanecido en la capital, en un mensaje durante la noche. "Los neutralizaremos a todos".
Las tropas rusas dispararon artillería contra Kiev, Járkov y la ciudad portuaria sureña de Mariúpol durante la noche. Mientras que los ucranianos derribaron aviones militares rusos en los alrededores de la capital, dijo el asesor presidencial Oleksiy Arestovych en una sesión informativa.
Las autoridades ucranianas también informaron de la muerte de 70 soldados en un ataque con cohetes en una ciudad entre Kiev y Járkov.
Zelenski, dirigiéndose al Parlamento Europeo por videoconferencia un día después de firmar una solicitud oficial de ingreso en la Unión Europea, instó al bloque a demostrar que está del lado de Ucrania.
"Demuestren que no nos dejarán caer. Demuestren que son realmente europeos y entonces la vida ganará a la muerte y la luz ganará a la oscuridad. Gloria a Ucrania", dijo en un emotivo discurso.
Riesgo para los civiles
En Moscú, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, afirmó que el Kremlin insistirá en su operación militar en Ucrania hasta lograr sus objetivos. Su meta es protegerse de las amenazas creadas por Occidente y Rusia no está ocupando el territorio ucraniano, dijo, según la agencia de noticias Interfax.
El Ministerio de Defensa británico dijo en una actualización de inteligencia que la campaña rusa sobre Kiev había avanzado poco en las últimas 24 horas. Probablemente debido a problemas logísticos, pero también advirtió de un cambio en las tácticas rusas que podría empeorar la situación de los civiles.
"El uso de artillería pesada en zonas urbanas densamente pobladas aumenta en gran medida el riesgo de víctimas civiles", dijo.
Járkov, una ciudad de 1,5 millones de habitantes de habla rusa cerca de la frontera, ha soportado la peor parte de los ataques desde el lunes.
Grupos de derechos humanos y el embajador de Ucrania en Estados Unidos han acusado a Rusia de usar bombas de racimo y bombas de vacío, armas condenadas por muchas organizaciones.
El Estado Mayor ucraniano dijo que las pérdidas rusas incluyeron 5.710 efectivos, 29 aviones destruidos y dañados y 198 tanques, cifras que no pudieron ser verificadas.
Rusia no ha hecho un recuento completo de sus pérdidas en el campo de batalla. Pero las imágenes de Ucrania han mostrado tanques rusos quemados y cuerpos en las carreteras donde han sido atacados por los defensores ucranianos.
Las conversaciones del lunes en la frontera con Bielorrusia no lograron un avance. Los negociadores rusos y ucranianos se reunirán de nuevo el miércoles, según la agencia TASS, que citó a una fuente de la delegación de Moscú.
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"Vi la guerra"
Más de 660.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han huido de Ucrania a países vecinos como Polonia y Rumania, según la agencia de la ONU para los refugiados.
En el paso fronterizo húngaro de Tiszabecs, una madre acunaba a un bebé en sus brazos tras cuatro días de viaje desde Kiev.
"He visto la guerra, he visto los cohetes", dijo su hijo mayor, Iván, de 15 años, que parecía agotado y pálido tras el viaje. Su padre se quedó para luchar.
En Naciones Unidas, la Asamblea General se reunió antes de una votación para aislar a Rusia, deplorando la "agresión contra Ucrania" de Moscú y exigiendo que sus tropas dejen de luchar y se retiren.
La Rusia de Putin se enfrenta a un aislamiento internacional casi total, con la notable excepción de China, por su decisión de lanzar lo que llamó una "operación militar especial" para desarmar a Ucrania y capturar a los "neonazis y drogadictos" que la dirigen.
Lo más devastador para Rusia han sido las sanciones impuestas a su banco central, que le impiden utilizar sus 630.000 millones de dólares de reservas de divisas para apuntalar el rublo. La moneda recuperó algunas pérdidas el martes, tras alcanzar un mínimo histórico el lunes.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró el martes en una reunión de desarme en Ginebra por videoconferencia que Ucrania ha estado intentando adquirir armas nucleares, un "peligro real" que necesitaba una respuesta rusa.
Decenas de diplomáticos de la Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña abandonaron la sesión durante su discurso.
