Huachipato sufrió más de la cuenta para sumar su primer triunfo
Huachipato sufrió más de la cuenta para sumar su primer triunfo. El equipo de Talcahuano remó de atrás para lograr vencer a Audax Italiano por 2-1 en un vacío Estadio CAP, que no tuvo público por la disposición sanitaria en el Gran Concepción. El cuadro industrial, nuevamente, estuvo comandado por Rodrigo Guerrero, quien logró conducir a los acereros al triunfo.
El partido tuvo un ritmo vertiginoso. Como siempre, los elencos de Ronald Fuentes impregnan rapidez en la salida y eso hizo ver mal a la dupla de centrales de Bastián Roco y Benjamín Gazzolo, quienes no pudieron tomar la mano a Lautaro Palacios, mientras que el cambio a dos líneas de cuatro le dio mayor firmeza a los industriales.
El cuadro de la usina logró abrir la cuenta en Las Higueras y el "Lobo", Juan Sánchez Sotelo, apareció como buen delantero en la boca de la portería defendida por Joaquín Muñoz. Un centro desde la derecha de Juan Córdova fue recepcionado por Jimmy Martínez, quien no le dio toda la dirección al balón y en doble instancia el argentino batió al meta audino en el minuto 12.
Luego, en el 21', Luis Riveros -con el mismo instinto que mostró en la UdeConce- abasteció con un pase al centro de la zaga acerera a Lautaro Palacios. El transandino, de primera, sacó un derechazo inatajable para el portero Gabriel Castellón.
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En la segunda parte, la apuesta de Guerrero en Huachipato fue armar al equipo con dos líneas de cuatro, sacó a Martínez y le dio paso a Osvaldo González, quien fue a fortalecer la última línea del equipo. Además, Nicolás Silva ingresó por Claudio Torres y ahí el equipo se vio más firme, con lo justo, logró afirmar la estantería.
En el 69', una jugada con tinte extranjero le dio resultado a Huachipato. El centro fue de Gonzalo Montes y Luciano Nequecaur fue mucho más vivo que los defensores audinos. Aprovechando su 1.98 de estatura, el transandino pivoteó en el primer palo, la esférica dio en el parante derecho e ingresó a la meta de Muñoz, quien no pudo reaccionar, porque el balón tomó una rara comba y eso le permitió ganar al acero.
