La nueva crianza

Me refiero a nueva crianza como la que se centra en las necesidades de los/las niños/as, la que respeta los hitos del desarrollo y la que enseña habilidades para la vida mediante el buen trato.

¿Por qué nueva? Porque en las generaciones anteriores todo se reducía a lo conductual y al castigo físico para “enseñar”. Actualmente, la ciencia nos ha aportado tanto que podemos acudir a diversos estudios que fundamentan que el buen trato tiene muchos más beneficios que el maltrato. Es una invitación a cuestionarlo todo y poder hacer cambios.

En una conversación que tuve el otro día, hacía la analogía con “una relación tóxica”, ya que generalmente las parejas que pasan por eso, sienten que no hay otro camino distinto al que conocen, hasta que por alguna razón se abren al mundo y se dan cuenta que puede realmente existir una relación sana basada en el buen trato. Es lo mismo con la crianza, nos han enseñado por generaciones que el camino de los gritos, el castigo, los golpes, el chantaje, incluso los elogios, son la única manera de criar niños/as de bien, incluso se valida, con frases como: “si no te comes todo no hay postre”, ”tengo que respetar el castigo que le hice, aunque me duela”, etc. pero cuando conocemos el otro lado, el que nos aporta las neurociencias, la psicología adleriana, entre otros, nos damos cuenta que en el otro camino se ve un futuro más llevadero, a lo menos, en la salud mental. Y ese camino mágicamente no genera culpa en el adulto, incluso ayuda a los niños/as a pensar y buscar soluciones ¿no es maravilloso?

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Es tan maravilloso que nos implica una reconversión completa, porque es tan desconocido que no es algo que fluya fácilmente en nuestras interacciones, sino más bien, es algo que implica un grado de consciencia a cada momento “para no meter la pata”, aunque si la metemos, también hay buenas noticias, podemos reparar, entonces otra vez te liberas de la culpa y tu hijo/a se siente comprendido y continúa el aprendizaje.

Piensa que si viajas al extranjero, a esos países donde se maneja por el otro lado y la pista contraria del tuyo ¿qué sientes?, al principio estarías tan pendiente de no hacer lo contrario porque podría ser fatal, que incluso se genera estrés debido a la gran carga mental, pero con la práctica esto se hace cada vez más habitual, la carga mental baja y la conducción fluye más en calma porque ya has aprendido. Eso mismo pasa con la crianza, mientras más practicas, más lo inculcas en tu familia o escuela.

Para lograr este cambio, se necesita mucho apoyo y acompañamiento, es por eso que me he formado para apoyar a las familias que lo necesiten y estoy dispuesta a apostar por el desarrollo sano de nuestros/as niños/as y adolescentes.

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