Seminario realizado en Concepción abordó violencia estructural hacia las mujeres
Los tipos de violencia de género y las formas de detener los actos dañinos hacia las mujeres fueron algunos de los temas abordados en la ponencia que realizó la Dra. Pamela Vaccari Jiménez, académica del Departamento de Psicología UdeC, en el seminario “Masculinidad y Violencia de Género”, que organizó la Municipalidad de Concepción.
Esta actividad, que se llevó a cabo en el Salón de Honor del municipio local, también contó con la presencia de Alejandro Abarca Díaz, docente de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y Marissa Barro, seremi de la Mujer en Biobío.
Una jornada bastante significativa, pues ofreció un espacio de información, reflexión y debate en la semana en que se conmemora el “Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres”.
La presentación de la Dra. Vaccari no sólo presentó definiciones en torno a este tema, sino que también como una invitación a la audiencia a considerar la violencia estructural contra las mujeres como problema público y dándole bastante énfasis a sus variables sociales y políticas.
“Para terminar la violencia contra las mujeres debemos ser capaces de cambiar nuestras prácticas más cotidianas, allí donde se puedan deshacer los estereotipos de género, para que las personas puedan ser más libres en qué quieren ser y cómo aparecer en sociedad”, expresó la profesora Vaccari.
“También para que establezcamos relaciones libres de violencia deben desaparecer las expectativas y los sesgos rígidos sobre lo que somos y hacemos de acuerdo a nuestra identidad de género, y, por supuesto, que se repare cada vez más la brecha histórica de las mujeres en todos los espacios públicos, educación, política, académico”, agregó la docente.
Respecto a ese último punto, la especialista de Psicología UdeC agregó que “es importante hablar de todos los espacios de poder y de toma de decisiones, ya que es inaceptable que la mitad de la población mundial, es decir las mujeres, todavía tengamos tantas barreras para nuestro pleno desarrollo en sociedad y más aún, que suframos violencia estructural, simbólica, física, sexual, psicológica y económica cada vez que intentamos hacerlo”.